Ahora que la resaca de Nochevieja ha quedado más o menos atrás y que, a falta del día de Reyes, la Navidad comienza a dar sus últimos coletazos, ha llegado el momento de hacer balance.
¿Qué tal fue vuestra Nochevieja? ¿Sucedió como la esperabais o resultó ser decepcionante? Es posible que muchos de vosotros lo pasarais en grande, pero seguramente otros tantos pasasteis más tiempo de la noche deseando volver a casa que disfrutando del momento.
Eso es así, puede que en el pasado disfrutáramos mucho más de la celebración de la última noche del año; pero a medida que crecemos en muchos casos se va volviendo bastante decepcionante, por un motivo u otro. Sea como sea, si ése es vuestro caso, no os preocupéis; pues no sois aguafiestas ni bichos raros. Es algo muy habitual y la ciencia tiene una explicación para ello.
7 razones por las que tuviste una Nochevieja decepcionante
Según el último vídeo del canal científico Asap Science, hay 7 razones científicas por las que pudimos tener una Nochevieja decepcionante. No es necesario que todas ellas converjan y, de hecho, hay algunas que no forman parte de tradiciones comunes en todos los países, pero en general son bastante acertadas y seguro que os sentís identificados con alguna.
1. Exceso de expectativas
Esto es algo que se puede aplicar a otros muchos ámbitos más allá de la Nochevieja, ya que uno de las grandes causas de la decepción en los seres humanos es el exceso de expectativas con respecto a cualquier tema.
Esto se debe a que, en comparación con otras especies, tenemos una corteza prefrontal muy desarrollada que nos permite imaginar con claridad el futuro. Esto no quiere decir que seamos adivinos, pero sí que podemos imaginar un futuro concreto con tanta claridad que, de no cumplirse, nos hace sentir incompletos, llevándonos a la decepción.
En Nochevieja esto es algo la mar de habitual. Pasamos todo un año pensando en ella e imaginando lo bien que lo pasaremos; por lo que, si no se cumple, nos sentiremos enormemente decepcionados.
2. Esforzarse demasiado en disfrutar
Aunque suene un poco ridículo, esforzarse en disfrutar no es una buena idea.
Como ejemplo, los chicos de Asap Science ponen el caso de un estudio en el que se entrenó a un grupo de voluntarios para sentirse felices a la vez que escuchaban música, mientras que a otros tantos se les hizo escuchar las mismas melodías, sin más.
Curiosamente, los primeros se sintieron mucho más infelices que los segundos, pues éstos simplemente se limitaron a disfrutar de la música, sin esforzarse en sentirse de ningún modo.
Algo similar ocurre en Nochevieja, pues las expectativas de las que hablábamos en el apartado anterior nos “obligan” a disfrutar del momento, provocándonos el efecto contrario y haciéndonos sentir incómodos.
3. El sesgo de optimismo
¿Cómo puede ser posible que si un año lo pasamos mal al siguiente de nuevo tengamos expectativas positivas depositadas en la Nochevieja?
Esto se debe a que el cerebro de los seres humanos está diseñado para sobre estimar las posibilidades positivas de un fenómeno por encima de las negativas.
Esta es, por ejemplo, la razón por la que nadie piensa en el divorcio cuando se casa, a pesar de los altos porcentajes de separaciones que existen.
4. La reflexión hacia lo nuevo
Cuando nos aproximamos a algo nuevo nos volvemos más reflexivos. Por ejemplo, está comprobado que cuando nos acercamos a una nueva década, por ejemplo de los 19 años a los 20, nos paramos a reflexionar sobre la vida y, en ocasiones, como consecuencia cometemos actos impulsivos.
De hecho, son muchas las personas de estas edades que corren por primera vez en una maratón o, también, las que comienzan a frecuentar las webs de citas, todo ello con el fin de dar un vuelco positivo a sus vida.
Pues bien, con la Nochevieja ocurre algo parecido, ya que se trata de la víspera de un nuevo año, con todos lo que eso conlleva. Por lo tanto, es posible que, sin darnos cuenta, durante la noche pasemos más tiempo reflexionando sobre nuestras vidas que pasándolo bien.
5. Las borracheras
Puede que alguno de vosotros pasara la Nocheviena sin probar ni una gota de alcohol. Desde aquí os damos la enhorabuena si lo hicisteis, pero lo cierto es que no es lo más habitual.
¿Y qué pasa cuando nos colamos con las bebidas alcohólicas? Pues en realidad no hace falta que os lo expliquemos, pues la mayoría lo habréis vivido en vuestras carnes. Sólo os diremos que cuando nos pasamos de la raya termian por afectarse el sistema límbico; que, como hemos visto varias veces, es la parte del cerebro que se encarga de regular las emociones, por lo que comenzamos a padecer notables cambios de humor, a menudo marcados por la tristeza y el desasosiego.
6. El gasto económico
Sí, amigos si dicen que la Navidad es un invento del Corte Inglés, la Nochevieja lo es de discotecas, pubs, bares y licorerías, pues durante esta noche hacen totalmente su agosto; ya que, aunque suban los precios, la gente seguirá acudiendo a ellos en busca de esa maravillosa Nochevieja que llevan un año planeando en su cabeza.
Sin embargo, cuando al día siguiente la resaca se suma a la comprobación del dinero que nos hemos gastado durante la noche, la decepción se incrementa aún más, si cabe.
7. El beso de media noche
Aunque ésta no es una tradición típica en España, en algunos países se considera que da buena suerte dar un beso a media noche, justo cuando un año termina para dar comienzo al siguiente.
Para personas que tienen pareja es una costumbre sencilla, que puede ser muy romántica y agradable, pero para el resto, tener que buscar a un extraño al que besar entre el gentío (sí, se hace) puede ser bastante vergonzoso, sin contar con el traspaso enorme de bacterias que tiene lugar durante esos pocos segundos de incomodidad (o comodidad, ¿quién sabe?).
Ya lo veis, existen muchas razones por las que puede que tuvieseis una Nochevieja decepcionante. Afortunadamente sólo es una noche, de las 365 del año, por lo que el balance no es tan malo. ¿Qué opináis vosotros? ¿Fue vuestra celebración de fin de año como la esperabais u os sentís identificados con algunas de estas razones? ¡Contádnoslo en los comentarios!
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