Joan Clarke, la cara menos conocida detrás de la solución de Enigma
Hoy os hablamos de Joan Clarke, la mujer que,junto a Alan Turing,desempeñó un papel esencial en el descifrado de códigos nazis durante la 2ª Guerra Mundial.
16 enero, 2017 17:05Noticias relacionadas
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Con más o menos profundidad, casi todo el mundo tiene una idea sobre quién fue Alan Turing.
No es para menos, pues se trata de una de las mentes más brillantes de la historia de la informática y las matemáticas y, además, contribuyó con ello a la finalización de la cruenta Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, hasta hace poco era bastante menos conocida la figura de Joan Clarke, la joven criptóloga que también colaboró con el equipo que ayudó a descifrar Enigma, la famosa máquina con la que los nazis cifraban todos sus mensajes. Sí que es cierto que gracias a la película The Imitation Game, estrenada en 2015, la imagen de Clarke se dio más a conocer, por el personaje interpretado por Keira Knightley; pero, incluso así, a día de hoy su memoria no dispone del reconocimiento que merece, como en tantos otros casos de los que os hemos hablado en la sección de mujeres científicas.
Joan Clarke, una mente maravillosa que ayudó a acortar una guerra
Nacida en 1917 en el seno de la familia de un reverendo británico, Joan Clarke destacó desde muy pequeña por sus grandes dotes para las matemáticas, por lo que pronto recibió una beca para asistir a la Universidad de Newnham, en la que obtendría el primer grado en matemáticas.
Lamentablemente, se le negó el segundo grado, cuya titulación se restringía sólo a los estudiantes masculinos, pero eso no impidió que su supervisor académico, consciente de su talento, la reclutara para el que se convertiría en el trabajo más apasionante de toda su vida.
Joan Clarke y la verdadera historia detrás de The Imitation Game
El trabajo para el que había sido reclutada Joan consistía en formar parte del equipo de Bletchley Park, una instalación militar británica en la que se llevaron a cabo los trabajos de descifrado de códigos durante la Segunda Guerra Mundial.
No, no fue el propio Alan Turing el que contrató a Joan, como se dice en la película, pero la historia es igualmente emocionante.
Y es que pronto la joven comenzó a destacar como criptóloga, llegando a convertirse en jefa de su sección; aunque, eso sí, por su condición de mujer siempre cobró menos que sus compañeros masculinos.
Todo esto no pasó desapercibido a Alan Turing, que estableció una estrecha amistad con ella, llegando incluso a pedirle matrimonio, a pesar de su condición de homosexual.
El enlace nunca tuvo lugar, ya que el propio Turing, consciente de que no funcionaría, rompió el compromiso, pero ambos fueron grandes amigos hasta la triste muerte del matemático, durante los años 50.
La vida de Joan Clarke después de finalizar la guerra
Una vez finalizada la guerra, Joan pasó a trabajar para la Oficina de Comunicaciones del Gobierno británico, interviniendo en ciertas misiones de inteligencia militar y colaborando como asesora de algunos historiadores en estudios relacionados con los trabajos llevados a cabo en Bletchley Park.
El secretismo que envuelve todo lo relacionado con las misiones en las que intervino, ha llevado a que, a día de hoy, no seamos conscientes de la verdadera relevancia del trabajo de Joan Clarke. Sin embargo, está claro que gracias a ella y a otra muchas mentes brillantes del momento, el mundo es hoy un poco mejor. Y eso merece que las recordemos siempre.