Una hembra de tiburón cebra consigue reproducirse tras años aislada de un macho
Os contamos el caso de la reproducción sin macho de una hembra de tiburón cebra, que ha tenido crías tras cuatro años sin entrar en contacto con un macho.
17 enero, 2017 10:29Noticias relacionadas
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Una de las frases que más solemos decir las mujeres después de terminar una relación sentimental es esa de: “yo no necesito a los hombres para nada”.
Efectivamente, podemos conseguir lo que nos propongamos sin necesidad de su ayuda, pero afirmar que no los necesitamos para nada es bastante extremo, ya que en temas reproductivos hay que reconocer que ellos tienen bastante que hacer.
Pero parece ser que las hembras de otras especies sí que pueden vivir totalmente ajenas a la presencia de un macho, ya que recientemente un ejemplar femenino de tiburón cebra ha dado a luz a tres crías sanas en un acuario australiano… y llevaba cuatro años sin entrar en contacto con ningún macho.
La historia de Leonie, el tiburón cebra que ha empleado la reproducción sin macho
Leonie es una hembra de tiburón cebra cuya vida dio un vuelco hace cuatro años. Hasta entonces, había vivido feliz en el acuario de Townsville, Australia, en compañía de un macho con el que llegó a tener hasta 24 crías; pero un triste día de 2012 se pasó a un nuevo tanque en el que tuvo que vivir lejos del varón con el que había compartido sus nados.
Lógicamente, a partir de ese momento sus cuidadores no esperaban que volviese a reproducirse, pero cuál fue su sorpresa al comprobar que un buen día, cuatro años después, Leonie dio a luz a tres pequeñas crías sanas.
¿Cómo pudo ocurrir la reproducción sin macho?
El primer paso que llevaron a cabo los cuidadores de Leonie fue el de comprobar si, de algún modo, había podido almacenar en su interior el esperma del macho con el que había vivido tantos años.
Sin embargo, pronto comprobaron que no había sido así y que, de hecho, todo el material genético de las crías era de origen materno.
Así, tras investigar cómo había podido tener lugar esta reproducción asexual, llegaron a la conclusión de que había sido a través de un proceso conocido como partenogénesis, en el que es una célula adyacente, llamada corpúsulo polar, la que fecunda al óvulo sin necesidad de la intervención del macho.
Se trata de un mecanismo común en muchos vertebrados, como rayas, tiburones, pavos y algunos reptiles; pero como cuentan los responsables del estudio, que ha sido publicado en Nature, lo inusual de este caso es que, por lo general, sólo recurren a la reproducción asexual aquellas hembras que no han experimentado la sexual en ningún momento de su vida.
De todos modos, como es lógico, es una técnica que aporta muy poca variabilidad genética, por lo que no es evolutivamente rentable y queda claro que Leonie sólo la utilizó como una acción de emergencia hasta que llegue el día en que la vuelvan a dejar pasando un rato a solas con un macho. Pero, mientras tanto, si ella quiere hijos, ¿por qué no los va a tener?