Ramón y Cajal y el arte de dibujar el cerebro
Hoy hacemos un recorrido por algunos de los dibujos con los que Ramón y Cajal nos ayudó a conocer el cerebro un poquito mejor.
18 enero, 2017 17:06Noticias relacionadas
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Sin duda, Santiago Ramón y Cajal es uno de los científicos españoles más importantes de la historia.
Convertirse en el primero de nuestro país en ganar un premio Nobel científico ayudó a que su nombre se hiciese muy importante en todo el mundo, tanto en su día como en la actualidad, cuando el palmarés sólo se ha completado con un nombre más.
No es para menos, ya que no sólo fue un magnífico científico, sino que lo hizo en una época en la que la tecnología y los medios de los que disponían los investigadores eran mucho más limitados, de modo que tenían que recurrir a menudo a otras habilidades, como el dibujo. Y sin duda ésta fue también una de las grandes facetas de Ramón y Cajal, ya que fue una de las primeras personas en descubrir los entresijos de nuestra mente y plasmarlos en un papel, creando verdaderos mapas cerebrales que le serían de gran utilidad a otros científicos de su época y a muchos de los que vinieron después.
Dibujando la mente: Ramón y Cajal y sus mapas cerebrales
Tan importante es la figura de este científico que recientemente el periódico británico The Guardian le ha dedicado un artículo a sus mapas cerebrales, consistentes en dibujos recogidos del archivo del Instituto Cajal, del CSIC.
La neurona piramidal de la corteza cerebral
Este dibujo es un claro ejemplo de la minuciosidad de Ramón y Cajal, ya que se esmera en las sombras de las dendritas (las protuberancias) con el fin de dotar al dibujo de tridimensionalidad y hacerlo más realista.
Otras neuronas del cortex cerebral
Ésta no es sólo una simple ilustración, ya que en ella el médico español añade flechas que indican la dirección en la que fluye la información de las neuronas, siendo éste un asunto muy poco conocido en su época.
Astrocitos en el hipocampo
En este caso se muestran con detalle una serie de ilustraciones de los astrocitos, unas células nerviosas que fueron esenciales en las investigaciones de Ramón y Cajal, ya que fue el primero en describir su función, después de que los investigadores previos a él los describieran como simple relleno.
Células de Purkinje dañadas
En este caso se puede observar un conjunto de células pertenecientes al cerebelo, llamadas células de Purkinje.
Es un dibujo muy detallado, ya que no sólo se observa una descripción perfecta de la célula, sino que además se ve gran parte de su interior ocupado por vacuolas (señaladas con la a), que denotan que la célula se encuentra dañada y en periodo de degradación.
El interior del oído
Cajal no se centró sólo en plasmar el cerebro, sino que también se interesó en los órganos aledaños, como el oído interno, que fue representado con minuciosidad en este dibujo.
Cáliz de Held
Esta bonita estructura, nombrada así por su parecido al cáliz de las flores, consiste en la sinapsis más grande conocida del cerebro y fue representada a la perfección por Ramón y Cajal.
Células de la retina
Resulta increíble lo detallado que es este dibujo, en el que se pueden observar perfectamente las diferentes estructuras que componen la retina del ojo.
Sin duda, todos estos dibujos fueron esenciales durante las investigaciones de Ramón y Cajal, un científico que fue capaz de introducirse en los entresijos más ocultos de nuestra mente, ayudando a comprenderla un poquito mejor.
Años después, el segundo Premio Nobel de Medicina español, Severo Ochoa, afirmó que la investigación sobre biología y medicina en España en ese momento era muy pobre, pero que sin Cajal hubiese sido inexistente. Y hoy, más de un siglo después, nosotros no podemos más que estar totalmente de acuerdo con aquella afirmación; pues, sin sus cimientos, las ciencias del cerebro no habrían podido avanzar hasta dónde lo han hecho.