Un futuro en el que podamos crear implantes cerebrales que se adapten perfectamente al cerebro está más cerca gracias a un nuevo tipo de fibra artificial.
La evolución del ser humano no se producirá por factores como el entorno o la competencia; a diferencia de otros animales, el ser humano podrá elegir cómo cambiar y adaptarse gracias a la tecnología.
El gran obstáculo para crear cíborgs: no sabemos cómo funcionamos
Los cíborgs ya no son tópicos de ciencia ficción, son reales; ya hay gente que modifica su cuerpo, con tatuajes electrónicos y todo tipo de implantes. Y es cuestión de tiempo que estos lleguen al cerebro. Aunque esto sea mucho más complicado.
La verdad es que aún no sabemos con seguridad cómo funciona nuestro cerebro; así que desarrollar implantes cerebrales que mejoren nuestras capacidades o nos curen es poco menos que imposible. Antes, tendremos que estudiar y desarrollar tecnologías que emulen las capacidades del cerebro.
Por eso el logro que han conseguido científicos del MIT es tan sonado; porque por primera vez el ser humano ha descubierto cómo transportar señales de varios tipos diferentes a través de una sola fibra.
La fibra que permitirá crear implantes cerebrales
La fibra, que tiene un grosor de 200 micrómetros, el mismo que un pelo humano, es capaz de transportar señales eléctricas, químicas y ópticas; funciona en ambas direcciones, y es lo más parecido a una interfaz para el cerebro que ha sido creado hasta ahora.
En las pruebas, las fibras fueron implantadas en cerebros de ratones; los investigadores inyectaron vectores virales, llamados opsinas, en el cerebro usando las fibras. Las opsinas son sensibles a la luz, así que fue apropiado que reaccionasen cuando a continuación los investigadores enviaron pulsos de luz a través de las fibras. La actividad neuronal también fue registrada a través de las fibras.
De esta manera demostraron sus capacidades ópticas (la luz), químicas (las opsinas) y elécticas (la actividad neuronal). Hasta ahora todo eso era posible, pero con fibras individuales para cada tipo de prueba.
Un detalle importante es que la fibra es igual de flexible y blanda que el cerebro. En las películas de ciencia ficción, vemos cables de ordenador conectados directamente al cerebro; pero un implante instalado con esta fibra como interfaz tendría un aspecto mucho más orgánico. Más importante aún, esto permite que las fibras estén en el cerebro durante más tiempo sin provocar problemas, como la rigidez.
Y como las fibras son tan pequeñas, sería posible usar varias para analizar y controlar varias partes del cerebro a la vez. Sin embargo, antes de intentar eso los investigadores prefieren seguir el desarrollo y la miniaturización de las fibras.
En el futuro, estas fibras permitirían todo tipo de implantes, que nos permitirían comprender mejor el cerebro humano, y al mismo tiempo, mejorarlo.