El Mobile World Congress 2017 llega a su fin y toca hacer un repaso a lo que nos ha dejado, para bien y para mal.
Cada año por estas fechas Barcelona se convierte en centro mundial de la telefonía, y en general de cualquier tecnología que afecte al sector móvil. Marcas y fabricantes de todo el planeta nos citan para presentar y mostrar al público profesional todo en lo que han estado trabajando, en la tecnología que marcará el 2017.
En anteriores ediciones, con el mercado de la telefonía en plena expansión, nos hemos encontrado con un Congreso interesante, pero este año podríamos definir al MWC 2017 como un evento muy descafeinado. Vamos a hacer un repaso a las claves que han marcado este Mobile World Congress.
El 5G ya está aquí, ahora sí, de verdad
No es que las redes y la conectividad 5G vayan a estar disponibles mañana mismo, pero en este MWC hemos visto como prácticamente todos, marcas y operadoras, han hablado de una forma u otra del 5G.
La quinta generación de las redes móviles no se debe confundir simplemente como un aumento de la velocidad de Internet en movilidad, sino que el 5G va mucho más allá y afectará a prácticamente todo lo que usamos en el día a día. En un mundo en el que cada vez hay más y más dispositivos inteligentes, así como nuevas tecnologías que crecen a velocidad de vértigo, como la conducción autónoma, el 5G será clave.
Todas las fechas apuntan al año 2020, pero ya son muchas las operadoras y líderes del mercado de las telecomunicaciones los que se están moviendo y haciendo pruebas. Samsung o ZTE anunciaron sus intenciones en el desarrollo del 5G.
Nokia ha vuelto, y tiene muy buena pinta
Nokia, ahora junto a HMD Global (compañía finlandesa), ha sido uno de los principales atractivos de este MWC 2017. Pese al camino que ha vivido en los últimos años, la marca sigue teniendo su peso y ahora han presentado en sociedad y para todo el mundo tres nuevos smartphones que van a decir mucho.
Son el Nokia 3, Nokia 5 y Nokia 6. Este último se anunció hace unas semanas solo para China pero ahora se confirma que tendrá versión internacional. Los tres terminales cuentan con especificaciones de gama media, pero las primeras impresiones los colocan en muy buen lugar. Apuestan por buenos acabados y, sobre todo, Android puro garantizando actualizaciones rápidas y precios ajustados que van desde los 139€ hasta los 229€.
Recordemos que esta estrategia le salió muy bien a Motorola con sus Moto G y parece que Nokia quiere coger ese testigo, pero ojo que ahora la competencia es feroz.
La nostalgia vende, aunque no sirva de nada
Sí, nos referimos al nuevo Nokia 3310, la gran estrella del MWC 2017. Parece mentira, incluso broma, pero la reedición de un móvil de hace 17 años, que no ofrece nada diferente de otros teléfonos básicos (los llamados featured phones) es la sensación del mayor congreso de telefonía móvil del planeta. En 2017.
El Nokia 3310 acapara todas las miradas y no sólo en el propio stand de Nokia las decenas artículos que se le ha dedicado, la nostalgia ha hecho que llegue incluso a abrir los informativos en televisión. A Nokia / HMD Global le ha salido la campaña de marketing redonda. Por muy malo que sea el nuevo 3310, que les quiten lo bailao.
Portátiles y tablets, juntos, revueltos y lo que haga falta
Las tablets siguen sin ser el éxito que los fabricantes pronosticaban, y dudamos de que alguna vez lo tengan, de ser capaces de sustituir por completo a un ordenador (aunque para muchos usuarios con necesidades concretas ya lo hayan hecho). En este MWC no ha habido un gran movimiento en este tipo de dispositivos, aunque sí han sido protagonistas para un gran fabricante: Samsung.
Sin Galaxy S8 (se presenta el 29 de marzo), Samsung presentó una Galaxy Tab S3 – con Android – y las muy interesantes Galaxy Book, dos modelos con Windows 10 que recuerdan mucho a las Microsoft Surface: tablets centradas en la productividad, potentes y muy portátiles para aquellos que quieran trabajar en movilidad.
Seguimos sin baterías revolucionarias, nos conformamos con tecnologías de carga rápida
El mercado de los smartphone ha llegado al punto en el que no basta con ver quién mete los números más gordos en las especificaciones de su último modelo. Se busca la innovación y, por desgracia, esto no llega en el apartado de las baterías.
No es raro que varias veces al año hablemos de nuevas tecnologías y materiales que crearán baterías de muy larga duración y más eficientes, pero de ahí a verlas en el interior de nuestro móvil todavía queda mucho, demasiado.
La mejora en la eficiencia de los componentes para que gasten menos energía y el desarrollo de mejores tecnologías de carga rápida son las vías de escape de los fabricantes. Mención especial para Meizu, que ha mostrado su sistema para cargar de 0 a 100% un smartphone en 20 minutos.
Hablando de baterías, sigue presente en el ambiente el caso Note 7. Recordemos que los surcoreanos explicaron con todo detalle el resultado de las investigaciones tras los incendios del que iba a ser su teléfono estrella, pero Samsung sigue haciendo hincapié en los nuevos procesos de seguridad que ha adoptado de cara al futuro para que no vuelva a ocurrir y, lo que es más curioso: prácticamente todos los fabricantes en sus presentaciones de smartphone han dedicado unos minutos a hablar de la seguridad de sus baterías y sus sistemas de refrigeración internos.
Dobles cámaras y sensores de huellas para todos
Los smartphones con doble cámara siguen llegando al mercado y ya no es solo una características para los modelos más premium.
El LG G6, que a priori tiene una pinta estupenda, este año mejora su sistema montando el mismo sensor para ambas cámaras, usando la segunda para conseguir un gran angular; mientras que el Huawei P10 da otro paso adelante y en su cámara trasera, creada en colaboración con Leica, encontramos un segundo sensor monocromo que ayuda al principal capturando más información y permitiendo capturar instantáneas nativas en blanco y negro.
No son los únicos, hemos visto también dobles cámaras en modelos de gama media como el ZTE Blade V8, con el objetivo de crear efectos 3D, y la tendencia va a seguir hasta ver este tipo de tecnología en todas las gamas. Lo mismo ocurre con los sensores de huellas, una característica que ya consideramos básica entre las opciones de seguridad en el smartphone y que gana todavía más sentido en el auge de los pagos móviles.
Sony apuesta la cámara super lenta y la tecnología para todos
Hablando de cámaras en smartphones, Sony ha llevado a Barcelona su nuevo y reluciente (literalmente) Xperia XZ Premium y en él destaca ante todo su nueva cámara. Los japoneses suministran componentes de cámaras a otras muchas marcas pero se han reservado para el Sony Xperia XZ Premium su última tecnología que proviene directamente de su saber hacer en cámaras digitales compactas y profesionales.
Se trata de la cámara Motion Eye, capaz de grabar vídeos a cámara superlenta como ninguna otra. Hablamos de vídeos a 960 fotogramas por segundo, combinada además con un estabilizador de imágen de 5 ejes.
Al mismo tiempo, Sony también ha presentado en sociedad la versión definitiva del Xperia Projector, ahora conocido como Xperia Touch.
Se trata de un pequeño proyector que es capaz de transformar cualquier superficie en un táctil. Es decir, proyecta la interfaz de Android sobre una mesa o el suelo y podemos interactuar con todas las aplicaciones o juegos como si de una tablet se tratase. Todo en un diseño ultracompacto y que llega a las tiendas este mismo año.
Sin movimiento en la realidad virtual con smartphones
La realidad virtual sigue sin despegar, se espera mucho de ella, pero en el MWC 2017 no ha habido noticias relevantes en su uso junto a smartphones.
Samsung ha presentado un nuevo kit de Gear VR, que ahora incluye un mando de control que el usuario aprovechará para interactuar con los elementos en realidad virtual. Como siempre, su compatibilidad se limita a modelos concretos de la marca.
Daydream, la plataforma de realidad virtual de Google en Android, tiene mucho que decir al respecto, pero los smartphones compatibles actualmente se pueden contar con los dedos de una mano. Si algo puede justificar las pantallas de ultra alta resolución en smartphones, es la realidad virtual y la necesidad de mejorar la sensación de inmersión.
Seguimos sin wearables que merezcan la pena
Wearable, esa palabra para la que todavía no tenemos una buena traducción y que representa a la tecnología que vestimos, a dispositivos corporales que nos acompañan durante todo el día y que en teoría están ahí para hacernos la vida más fácil.
Relojes inteligentes, pulseras de actividad, auriculares en miniatura que integran asistentes personales… los wearables, al igual que la realidad virtual, siguen sin despegar. El único destacable que ha aparecido en el MWC 2017 es el nuevo reloj Huawei Watch 2 y, pese a que estrena Android Wear 2.0, siguen sin dar la sensación de ser dispositivos capaces de maravillarnos. Hacen falta wearables que den razones para necesitarlos.
Diferenciación a base de colaboraciones
No todos los días se puede presentar un dispositivo innovador, ni aparecen tecnologías revolucionarias año tras año. En un momento en el que la competencia en máxima, las clave está en los detalles y las sinergias con otras empresas pueden ser el punto diferenciador que el usuario necesita para decirse.
Huawei se alía con Pantone para la elección de colores de sus dispositivos y mantiene la colaboración con Leica para sus cámaras, dando muestra a los clientes de que reciben la aprobación de una empresa con amplia experiencia en lentes e instrumentos ópticos.
Samsung ha creado junto a Staedtler, otra compañía alemana experta en la fabricación de instrumentos de escritura y dibujo, un lápiz digital especial para sus tablets. LG, Nokia o la española BQ adoptan tecnología Dolby o la propia Porsche Design pone su sello de diseño a relojes inteligentes y portátiles convertibles.
En definitiva, el Mobile World Congress 2017 no quedará marcado en la historia como un evento disruptivo, el sector ha alcanzado una madurez considerable y la buena noticias es que se están poniendo las primeras piedras que formarán la base de la era conectada de la próxima década.