Al nuevo robot de Siemens e investigadores de la Universidad de California en Berkeley le vale un intento para coger cualquier objeto.
En Omicrono hemos hablado en muchas ocasiones sobre el aprendizaje automático; un sistema por el que una IA es capaz de aprender por si sola, partiendo de unos parámetros iniciales.
El aprendizaje automático ha demostrado ser muy importante en el desarrollo de IA cada vez más complicadas; algoritmos que de otra forma tardarían años en completarse.
Superando los límites del aprendizaje automático
Sin embargo, el aprendizaje automático tiene un punto negativo; y es que, inevitablemente, la IA se equivocará en las primeras ocasiones. Sólo hasta después de muchos intentos, comprenderá cuál es la solución correcta. Esto puede no ser lo ideal, dependiendo del tipo de trabajo que queramos hacer.
Por eso ya hay investigadores que buscan mejorar el concepto del aprendizaje automático; basándose en la misma idea, pero adaptándola a cada uso. Por ejemplo, el desarrollo salido de Berkeley y Siemens de un robot capaz de coger cualquier objeto a la primera.
Además de las pinzas para coger objetos, el robot cuenta con un sensor tridimensional y una red neuronal con información de todo tipo de objetos; los investigadores incluyeron información sobre los diferentes tipos de formas, su aspecto visual, y cómo se comportan.
Cuando el robot tiene que coger un objeto, comprueba la base de datos, por si tiene información que concuerde con el objeto que tiene que coger; evidentemente, no va a tener guardada la forma exacta del objeto, ni los materiales de los que está hecho.
El robot de Siemens capaz de coger cualquier cosa
Usando aprendizaje automático, es trabajo del robot llegar a la conclusión de cuál será la mejor forma de coger un objeto determinado. Esto es complicado de hacer a la primera, así que el sistema tiene un pequeño “as en la manga” para conseguir más información.
Si el robot tiene una certeza superior del 50% de que sabe cómo coger el objeto, lo intentará coger. Pero si no tiene esa certeza, primero le dará un toquecito, un pequeño empujón; el robot analizará cómo el objeto ha reaccionado ante esta fuerza, y llegará a la conclusión del peso, el tipo de material y la forma que tiene.
Parece un truco simple, pero gracias a eso el robot acierta la inmensa mayoría de las veces. En las pruebas, el robot levantó objetos correctamente el 99% de las veces.
Esta tecnología permite crear robots que aprendan en apenas un día, en vez de los meses que necesita un sistema similar. Esto permitiría a Siemens ofrecer robots que aprendan en muy poco tiempo después de llegar al puesto.
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