El futuro de los wearables podría pasar por la tinta biosensible.
Investigadores de la Universidad de Harvard y del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) han desarrollado ‘tatuajes inteligentes’ que son capaces de medir variables de la sangre, como el nivel de glucosa.
Los wearables han tomado popularidad en los últimos años, principalmente porque los asociamos a todos los relojes inteligentes y pulseras de actividad que han ido llegando al mercado. Sin embargo, el futuro de los wearables puede no ser un dispositivo como tal, sino estar integrados en nuestro propio cuerpo, como estos tatuajes con sensores.
Concretamente, los sensores reaccionan a la composición química del líquido intersticial de la piel del paciente, compuesto por aminoácidos, azúcares, ácidos grasos, coenzimas, hormonas, neurotransmisores, sales minerales y productos de desecho de las células.
El líquido intersticial se usa como sustitutivo para conocer la composición de la sangre
Es capaz de saber, por ejemplo, cuando un atleta está deshidratado o cuando un diabético tiene niveles altos de azúcar. No usa Wi-Fi ni ningún tipo de tecnología electrónica, siquiera, sino que se comunica por cambios de color, como un LED de notificaciones.
Wearables con tinta biosensible
Se trata de un tatuaje real y no se un dibujo: de hecho, la máquina para tatuar es la misma, pero se usa otra tinta. Destacan que no mancha ningún tipo de tejido. Tampoco necesita que se recargue porque ni siquiera usa baterías. La manera en la que funciona es mediante reacciones químicas.
Los actuales wearables no se integran totalmente con nuestra piel
En el estudio publicado podemos ver que estos tatuajes tampoco son definitivos (se pueden borrar), sino que están programados para que duren el tiempo establecido. Además, pueden llegar a ser transparentes y que se aprecien únicamente cuando esté expuesto a ciertos tipos de luz.
Los investigadores van más allá, incluso: no solo sería apto para pacientes de diabetes o de otras enfermedades o para deportistas, sino que también es muy interesante para medir algunas constantes vitales de los astronautas, quienes tienen que realizar constantemente una supervisión de su salud.
No obstante, este tipo de tatuajes alberga una cuestión moral: imagina que todo el mundo puede saber qué nivel de glucosa tiene tu sangre en todo momento tan solo con mirar el tatuaje que tienes en el antebrazo.
Por otro lado, tenemos la gran ventaja: podremos deshacernos de muchos de los gadgets cuantificadores, que ni siquiera son capaces de integrarse en nuestra piel, como los smartwatch, que son eminentemente caros y que además tenemos que cargarlos todos los días, o prácticamente a diario.
La idea de los ‘biowearables‘ no es nueva, llevamos años hablando de sensores de este tipo, como tatuajes temporales capaces de recopilar multitud de datos de nuestra vida y actividad diaria, sin necesitar incluso baterías, ya que se alimentarían del movimiento del propio cuerpo.