Cada vez es más difícil sorprender en el concurrido mercado de los televisores. ¿Es OLED? Ya, y también lo son muchos modelos actuales. ¿Tiene resolución 4K? Eso ya lo tiene todo el mundo.

Así que, de cara al CES que se celebra a partir del 9 de enero, los fabricantes se han tenido que poner las pilas. LG será una de las que sorprenda, con su nuevo modelo de televisor enrollable. Una tecnología que por fin ha madurado lo suficiente; fue en 2014 cuando este concepto empezó a cobrar forma.

El modelo presentado hoy está mucho más avanzado; LG no solo ha conseguido crear una pantalla OLED flexible, sino que ha aumentado su tamaño hasta las 65 pulgadas.

El televisor enrollable de LG se hace realidad

La flexibilidad de la pantalla supone que es posible enrollarla en un tubo para guardarla cuando no la estemos usando. Por lo tanto, cuando esté apagada solo veremos la base en la que la pantalla está guardada; cuando queramos ver algo, la pantalla subirá y se encenderá.

Con esta tecnología no sacrificaremos calidad de imagen, ya que la resolución es de 4K, el estándar actual. Aunque LG no ha dado muchos más detalles al respecto, demostrará esta tecnología en el CES.

Las ventajas de un televisor enrollable no son muchas, pero son interesantes; al ser básicamente una caja rectangular cuando está enrollada, podemos guardarla fácilmente. Pero sin duda alguna, si alguien se compra un televisor como este lo hará por el futurista concepto.

Activar el televisor y ver cómo la pantalla sube tiene que ser toda una experiencia, sobre todo las primeras ocasiones. También cabe preguntarse qué diferencias tendrá respecto a un televisor normal con las mismas características técnicas, una vez que esté desenrollada; y qué sacrificios tendremos que aceptar para dar un toque tan futurista a nuestro salón.

LG aún no ha hablado de precios, ni de fechas de lanzamiento. Por el momento parece que es un concepto, pero mucho más cercano a un producto real que hace cuatro años.