De manera algo sorprendente, Apple acaba de ganar una pequeña batalla a toda la industria relojera suiza. Según datos de Canalys, y durante el último cuarto de 2017, se vendieron una cantidad récord de Apple Watch. Para ser exactos, hablaríamos de 8 millones de relojes vendidos. Mientras, todas las marcas de relojes suizos habrían acumulado 6.8 millones de ventas.
El Apple Watch supera a toda la industria suiza
Esto es significativo porque se trata de la primera vez que el Apple Watch supera a los relojes suizos. Estuvieron cerca a finales de 2016, pero se quedaron cortos por un millón de ventas. Sólo ha hecho falta un año más para que Apple consiga superar las marcas de los fabricantes tradicionales suizos.
El gráfico, cortesía de Statista, muestra dos corrientes muy diferentes. Mientras que los relojes suizos tienen ventas estables, sin grandes caídas o repuntes, el Apple Watch hace todo lo contrario. En cuestión de meses he capaz de subir millones de ventas, gracias a los periodos festivos y los lanzamientos de nuevas generaciones.
Y lo más probable es que Apple no pueda mantener mucho tiempo ese liderato. La compañía de Cupertino compite con un producto que se actualiza cada uno o dos años, contra toda una industria que lanza relojes cada mes. A lo largo de los próximos meses sus ventas bajarán, pero eso no quita que el Apple Watch lo haya conseguido.
Dos mundos muy diferentes, enfrentados
Porque, en realidad, el Apple Watch y los relojes suizos son productos muy diferentes. Un reloj suizo suele ser considerado una pieza de joyería o incluso de moda, un accesorio que se lleva junto a una ropa o en determinadas situaciones. Incluso podríamos decir que se compran para aparentar, para mostrar la riqueza o la posición.
Mientras, un Apple Watch se utiliza por su utilidad. Dejando a un lado excentricidades como la edición de cerámica o la de oro, el propietario de un Apple Watch lo suele usar para monitorizar su ejercicio físico, leer sus notificaciones o usar aplicaciones. Es decir, se trata de un uso práctico, en el que pasa a ser parte de la rutina del usuario.
Y con unas generaciones cada vez más conectadas, quizás tengamos la combinación perfecta para que los relojes inteligentes se impongan. Cada vez más usuarios quieren algo más que un reloj que les diga la hora. Y ahora es el Apple Watch el que está llenando ese hueco.
Aunque ojo, porque las compañías tradicionales también se quieren meter en el campo de los relojes inteligentes. Uno de los mejores ejemplos es la americana Fossil o la suiza TAG Heuer. Aunque sigan apostando en su mayoría por relojes tradicionales, también han visto un mercado en los relojes inteligentes, y están apostando en cierta forma por ellos.
Pero todo esto tampoco significa que los caros y tradicionales relojes suizos se vayan a ir a ninguna parte. Seguirán quedando personas que quieran llevarlos, por mucho que las nuevas tecnologías se terminen imponiendo. No dejará de ser un accesorio o una pieza de joyería, más allá de su función de dar la hora.
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