Hace 29 años, Danny Hillis, investigador científico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) pensó en un reloj cuyo segundero y minutero se moviesen cada año y cada siglo, respectivamente; un reloj ‘eterno’; y cuyo cuco saldría a que le diera los rayos del Sol cada milenio, que nos mostraría cuán corta es nuestra estancia en este planeta.
Sí, para este reloj, un segundo sería lo equivalente a un año, de ahí que el segundero se mueva una sola vez anualmente; un minuto sería un siglo, moviéndose el minutero cada siglo; y una hora sería un milenio, por lo que el autómata del cuco que se guarda en su interior solamente saldría cada mil años. Cada día, además, producirá una secuencia de melodía diferente durante los 10 000 años para los que se ha construido (de la mano del música británico Brian Eno).
La idea, pensada en 1989 (según este futuro reloj, solamente 29 segundos), aunque se publicó por primera vez en Wired en 1995, ya se está comenzando a hacer realidad, pues se está comenzando a construir las primeras partes de este impresionante reloj. Y, en gran parte, gracias a Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon, quien ha financiado el proyecto aportando 42 millones de dólares y un terreno en Texas, donde se construirá la gigantesca construcción.
El fundador de Amazon lleva desarrollado la idea con Hillis 6 años, y ahora se está comenzando a construir
Tal y como indica Bezos (que, recordemos, no es el creador de la idea, sino el que la ha financiado), dentro de 10 000 años ni siquiera existirá Estados Unidos, el país de donde es (y donde se va a construir el reloj), igual que civilizaciones completas se levantarán y caerán, o se inventarán nuevos sistemas de gobierno. Simplemente nadie puede saber qué pasará durante ese periodo de tiempo.
Este ‘Clock of the Long Now‘, o ‘Reloj de los 10.000 años’ se podrá visitar, si te lo estás preguntando, pero no será nada sencillo: el aeropuerto más cercano está a varias horas en coche y el sendero (para los que vayan caminando) es muy accidentado y desértico, y tiene una diferencia de altura de poco más de 600 metros.
Un reloj diseñado para durar 10.000 años
El proyecto es tan apasionante que si lo pensamos bien, ninguno de los que estamos leyendo esto verá cómo se mueve el minutero, ni mucho menos sus creadores. Es un proyecto a largo plazo, nunca mejor dicho. Estará construida, concretamente, dentro de una montaña, en Sierra Diablo, Texas (Estados Unidos).
El reloj se moverá por energía térmica (el primero según Jeff), mediante los ciclos térmicos producidos entre el día y la noche, será totalmente mecánico y tendrá 150 metros de altura. Las piezas con las que estarán construidas, por supuesto, están diseñadas para durar, y son toda un obra de la ingeniería de Machinists, Inc.
El reloj, además, tendrá 5 salas, para conmemorar el año de creación (en la que se incluirá la Tierra y la Luna, además de las sondas enviadas al espacio interplanetario durante el siglo XX), los 10 años, los 100, los 1000 y los 10 000 años, aunque estas cuatro últimas salas conmemorativas no se crearán, dejando la tarea para las futuras generaciones.