Hace unas horas todos los usuarios de Oculus Rift del mundo sufrieron el mismo problema: sus dispositivos de realidad virtual dejaron de funcionar. No podían hacer nada, porque un mensaje de error les impedía usar el dispositivo por el que habían pagado.
El mensaje en sí era una pista de lo que estaba ocurriendo. El software del Rift se estaba quejando con un mensaje muy claro: “Can’t Reach Oculus Runtime Service”; en otras palabras, no podía conectarse con el servicio de Oculus en nuestro sistema, necesario para iniciar el dispositivo.
El Oculus Rift deja de funcionar por un fallo tonto
Inmediatamente, los usuarios empezaron a llenar los foros oficiales de Oculus y las redes sociales con testimonios de sus problemas; y muchos empezaron a preguntarse cómo era posible que no pudiesen usar un dispositivo por el que habían pagado cientos de euros.
Esta ha sido una de las peores crisis a las que se ha enfrentado Oculus, pero al menos podemos decir que ha terminado. Lo único que tienes que hacer es actualizar el software del Oculus Rift y podrás volver a usarlo sin problemas. Si tienes problemas para actualizar, prueba a descargar este parche oficial.
En Oculus incluso han pedido perdón y han regalado un crédito de 15 dólares para la Tienda de Oculus a todos los afectados. Así que, al final de todo esto, probablemente puedas comprarte un juego o una app.
Pero, ¿cómo es posible que absolutamente todos los dispositivos del mundo dejasen de funcionar de repente? Pues resulta que ha sido resultado de un simple olvido de los responsables de Oculus.
El problema es que el certificado de seguridad del software del Oculus Rift no había sido renovado; este certificado permite al sistema operativo comprobar que, en efecto, se trata de software legítimo y no de una copia o de malware. De esta manera, se evita que un virus intente ejecutarse en nuestro sistema haciéndose pasar por el software de Oculus, por ejemplo.
En este caso, el certificado era válido sólo durante un periodo de tiempo; y como se había caducado, Windows decidió que el programa ya no era fiable e impidió su ejecución por seguridad.
El percance que revela el gran problema del mercado actual
El fallo de Oculus es doble. Para empezar, en la compañía se olvidaron de renovar el certificado, probablemente ignorando los correos y avisos de la empresa encargada del certificado.
No solo eso, sino que en realidad esta renovación no es necesaria. Es posible configurar el certificado para que Windows sólo lo compruebe una vez, en la instalación del software; por algún motivo, en Oculus decidieron configurarlo para que Windows comprobase el certificado siempre, y aún así se olvidaron de renovarlo.
Todas estas pifias han servido para recordarnos el poco control que tenemos sobre nuestros propios dispositivos. En concreto, Oculus es una compañía que ha trabajado mucho en sus sistemas anticopia y en crear una plataforma propia; y ya se llevó críticas en el pasado por supuestamente jugar sucio frente a sus competidores como el HTC Vive.
¿Qué pasaría si Oculus cerrase? ¿Y si ocurriese un problema en sus servidores? Son preguntas que seguro mucha gente se ha hecho en las últimas horas.
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