¿La electricidad viaja tan rápido como pensamos? En realidad, no
La velocidad de la electricidad, aunque pueda parecer lo contrario, es mucho más lenta de lo que pensabas. De hecho, es de unos pocos centímetros por hora.
24 marzo, 2018 18:00Noticias relacionadas
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Cuando pulsamos el interruptor de una bombilla, la luz tarda muy poco en encenderse, apenas unas milésimas de segundo (tan poco que ni siquiera notamos el retraso). Pero, ¿y si te dijeran que la corriente eléctrica realmente viaja a una velocidad ridículamente baja? Así es: la velocidad de la electricidad es minúscula, de tan solo unos pocos centímetros por hora.
Entonces, si la velocidad es tan lenta, ¿cómo es posible que las bombillas y cualquier aparato eléctrico se encienda tan rápidamente? Es muy sencillo de explicar y de entender. Primero, tendremos que diferenciar entre energía y corriente eléctrica. La energía es concretamente lo que realmente hace encender la bombilla o cualquier aparato eléctrico.
Este último término, la energía, no podremos negar que disfruta de una velocidad altísima, tal y como podremos comprobar cada vez que encendamos una luz.
Por qué la energía es tan rápida, si la corriente es lenta
Para explicar por qué es tan lenta la velocidad de la corriente eléctrica, sin entrar en cálculos ni en terminologías específicas, vamos a explicarlo mediante una manguera. Imagina que tienes una manguera o una tubería vacía. Abres el grifo y el agua comienza a pasar por la manguera, teniendo que atravesarla por completo para llegar al otro extremo.
Pero la electricidad no equivale a una manguera vacía, sino más bien a una manguera que está llena de agua. Entonces, al encender el interruptor, lo que estamos haciendo es empujar el diferencial de agua que está ubicado en el fragmento de la manguera desde el que saldrá, siendo sustituido por el nuevo diferencial que entrará por el extremo ubicado en el grifo.
La energía fluye rápidamente, pero la corriente eléctrica es extremadamente lenta
Otra forma de imaginarlo es mediante una tubería llena de bolas: la bola que está entrando empuja a la última, que es la que saldrá. Pero esa bola que ha entrado no llegará hasta el otro extremo hasta dentro de unas horas. No obstante, hemos introducido una bola y ha salido otra, que es lo que queríamos.
Entonces, encender el interruptor es básicamente comenzar a introducir bolas a una velocidad muy muy muy baja por un extremo y que salgan por el otro (aunque la velocidad sea baja, cuando empujamos el conjunto de pelotas, la del otro extremo se mueve de forma automática). Aún así, como la tubería está llena de bolas, la bombilla y el resto de equipos eléctricos reciben la energía rápidamente, de forma casi instantánea.