La pistola de rayos láser para el espacio que la Unión Soviética creó para sus cosmonautas
La Unión Soviética desarrolló y llegó a crear una pistola de rayos láser para el espacio, que los cosmonautas usarían en estaciones militares.
16 junio, 2018 20:00Noticias relacionadas
- Airbus presenta un avión con las alas de un ave de presa, ¿el futuro de la aviación?
- Mira cómo una estación espacial china cae a la Tierra destruyéndose en la reentrada
- Una estación espacial china va a caer a la Tierra, aquí es donde ocurrirá
- Cámaras y accesorios de 13.000 dólares por 100 dólares, el costoso error de Amazon en el Prime Day
La Unión Soviética diseñó y llegó a fabricar una pistola de rayos láser para el espacio, que sus cosmonautas llevarían en estaciones espaciales militares.
La carrera espacial entre EEUU y la Unión Soviética era algo más que un intento de ver quién pasaba primero a la historia; era una parte más de la Guerra Fría, y las implicaciones militares de sus logros en el espacio estaban muy claras.
Ambos países eran conscientes de que una guerra espacial entraba dentro de las posibilidades; e incluso aunque fuese demasiado pronto para eso, ya entonces estaban claras las ventajas de tener presencia militar en la órbita de la Tierra.
En este clima, los desarrollos militares para el espacio fueron numerosos, por muy extraños y futuristas que pareciesen. Uno de los casos más famosos fue el cañón orbital que la Unión Soviética quiso instalar en sus estaciones espaciales Almaz, originalmente planteadas sólo para espionaje.
La Guerra Fría estuvo cerca de ser la Guerra de las Galaxias
Pero ese no era la única arma futurista en la que trabajaban los científicos rusos. Como explica Popular Mechanics a partir de fuentes rusas, los laboratorios también estaban desarrollando una pistola de rayos láser para el espacio; el blog Hoy me enteré de… también recopila información muy interesante.
El proyecto nació en la academia Pedro el Grande, donde se entrenaban a los ingenieros que se encargarían de los misíles estratégicos del país.
Copias de la pistola se exhiben en museos, y se sabe que al menos una de las pistolas originales ha aparecido en exhibiciones. El plan era que los cosmonautas rusos llevasen estas pistolas en las estaciones militares; aunque no hay registros oficiales públicos de esto haya ocurrido nunca, y parece que la idea se desechó.
Es bien sabido que los cosmonautas rusos llevan armas de fuego al espacio; en la actualidad las pistolas Makarov forman parte del equipo de supervivencia de las cápsulas Soyuz, por si aterrizasen lejos del punto establecido y el cosmonauta se viese obligado a defenderse.
Sin embargo, estas pistolas láser no cumplían una función de autodefensa; no se esperaba que los soldados estadounidenses invadiesen las estaciones militares, sería una operación muy difícil de conseguir. Y de hecho, si hubiesen disparado estas pistolas contra una persona, no le hubiera hecho nada.
No, estas no son pistolas láser de Star Wars, capaces de hacer agujeros en los cuerpos de los enemigos. No, en realidad estas pistolas estaban diseñadas como una medida contra satélites espía; al disparar el láser, sería posible quemar las ópticas del satélite o “freír” otros sensores y la electrónica del satélite, volviéndolo inútil.
Esta pistola habría formado parte de un programa de defensa contra satélites espía; la idea era ser capaces de detectar el lanzamiento y enviar un equipo a interceptarlo, que dispararía con estas pistolas. Al ser pequeñas y ligeras, serían ideales para lanzamientos rápidos con lo justo.
Cómo funcionaba y para qué servía la pistola de rayos láser para el espacio
Por eso, el diseño de las pistolas no es tan futurista, y podría ser descrito como una “linterna en miniatura”; estaba formado por una lámpara con oxígeno, y usaba circonio como combustible, capaz de producir tres veces más energía lumínica que el magnesio.
Al disparar la pistola, la lámpara se iluminaría sólo unos 5 o 10 milisegundos; el láser resultante conseguiría una temperatura de 4700 ºC en un punto concreto a 20 metros de distancia. Sí, caliente, pero al ser de tan corta duración realmente no serviría para matar a nadie.
La pistola tenía sus desventajas, como que era necesario cambiar la lámpara cada vez que se disparaba; para lo que diseñaron un sistema de recarga. Además, algunas fuentes indican que necesitaba conectarse a una fuente de energía, aunque hubo modelos con batería integrada.
El proyecto de la pistola láser terminó en 1984, siete años después de que la estación Almaz fuese abandonada; así que no tuvo oportunidad de demostrar su valía, o al menos no hay registros de ello. Al final, terminó siendo una curiosidad de lo que podría haber sido una “guerra de las galaxias”.