Los fuegos artificiales llevan con nosotros supuestamente desde hace 1000 años, según se le puede atribuir su invención a un chino de la época. No se sabe exactamente, pero lo cierto es que llevan con nosotros mucho, más de lo que pensamos. Ahora, la pirotecnia más tradicional está a punto de ser sustituida por drones.
Ayer se anunció a bombo y platillo en muchos medios que Aspen, un municipio de Colorado (Estados Unidos), iba a sustituir los fuegos artificiales este 4 de julio (día en el que Estados Unidos celebra la independencia) por drones, principalmente por los riesgos de incendio en el municipio (en varios sitios de EEUU se ha estado produciendo incendios provocados por la pirotecnia en zonas con sequía).
Pero ayer, en cambio, no hubo ningún espectáculo por un problema: la lluvia. Y es ahora cuando nos damos cuenta de la gran pega de esta tecnología. Los fuegos están destinados a ser sustituidos: el ruido (que asusta a los perros y personas enfermas, e incluso puede provocar infartos en estos sectores) y también los incendios que se pueden provocar; pero los drones hemos visto que pueden aguarnos la fiesta.
Los drones son el sustituto (casi) perfecto para los fuegos artificiales, pero si se mojan no funcionan
Cada vez son más ciudades que los han prohibido: Roma y Pekín son algunos de los ejemplos de grandes ciudades que prescindieron de los fuegos artificiales para entrar en el año nuevo. En la ciudad italiana precisamente por los perros; y en la china por la contaminación. Simplemente están destinados a desaparecer, por suerte o desgracia, por el motivo que sea.
Los drones que iban a usar en Aspen no hacen ruidos (el de las aspas, pero es muy pequeño), ni grandes explosiones ni estruendos, igual que tampoco contaminan o generan residuos. El espectáculo no es el mismo, por supuesto, pero es igual de impresionante. Lo podemos ver en el siguiente vídeo de YouTube:
Pero claro, posiblemente no se contase con que, a diferencia de la pirotecnia tradicional, los drones (al menos por el momento) no pueden volar bajo la lluvia. La pirotecnia tradicional, a pesar de lo que la gente pudiera pensar, si se puede lanzar bajo la lluvia, solo que hay que proteger mediante plástico los cañones de pólvora para que no se mojen.
Y, de hecho, el único impedimento para no lanzarlos bajo la lluvia es que puede no haber espectadores. Por la parte técnica no hay ningún problema; y así se suele hacer, pues muchas veces merece más la pena lanzarlos a pesar de que el número de espectadores puede ser inferior.
Por el momento, el municipio de Aspen ha aplazado los fuegos para hoy, un día más tarde, aunque el resultado podría ser el mismo, pues puede de nuevo que llueva.
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