Las primeras imágenes de rayos X en color y en 3 dimensiones, gracias a un chip del CERN
Un chip del CERN usado en el colisionador de hadrones ha servido para crear las primeras imágenes de rayos X en color y 3D.
12 julio, 2018 20:52Noticias relacionadas
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Una empresa neozelandesa ha ideado una técnica para crear imágenes de rayos X en color y 3D, un logro que nos ofrece un nuevo punto de vista a nuestro interior.
Los rayos X y los escáneres de resonancia magnética son importantes herramientas para los médicos; pero sufren de ciertas limitaciones, y la imagen que dan del interior de nuestro cuerpo no es todo lo precisa y completa que podría ser.
Por eso, en los últimos años hemos visto muchos avances en esta dirección; especialmente en la creación de imágenes en tres dimensiones, que los médicos pueden examinar en cualquier ángulo. Sin embargo, estos avances parecen poco en comparación con lo que ha conseguido la empresa Mars Bioimaging: las primeras imágenes de rayos X en color y 3D.
En una máquina de rayos X tradicional, los susodichos rayos son disparados a través de los tejidos y al otro lado se mide la intensidad que conservan; como cada tipo de tejido tiene una densidad diferente y deja pasar una cantidad distinta de rayos, es posible distinguirlos en una imagen en blanco y negro que define esa densidad.
Las primeras imágenes de rayos X en color y 3D
Spectral CT, la tecnología de Mars Bioimaging, funciona de manera diferente; y todo gracias a un chip desarrollado por el CERN, basado en la tecnología Medipix3, desarrollada inicialmente para el LHC, el colisionador de hadrones de Ginebra.
El sistema funciona detectando la atenuación de las longitudes de onda de los rayos X, conforme pasan por los diferentes tejidos; una serie de algoritmos interpreta estos datos, generando un modelo en tres dimensiones basándose en ellos. Como esta detección se realiza a lo largo de los tejidos, es posible obtener información muy precisa de la situación y forma de cada órgano.
Cada tipo de tejido es identificado y coloreado, ya sea huesos, músculos, grasa, o tejidos enfermos; incluso funciona con materias no orgánicas, como demuestra la imagen de un reloj que muestra parte de su mecanismo interno.
Los resultados son sorprendentes, y nos quedamos cortos; realmente parece que estamos mirando la carne y los huesos, un realismo que incluso puede sentar mal. Pero lo más importante es que es son precisos y útiles, ofreciendo una visión más completa del paciente y la posibilidad de encontrar puntos preocupantes como cáncer, enfermedades vasculares u óseas.