Análisis Lenovo Mirage Camera: crear fotos y vídeos para realidad virtual es más fácil que nunca
Con nuestro análisis de la Lenovo Mirage Camera, probamos un dispositivo que puede ayudar a popularizar la realidad virtual y la creación de contenido.
8 agosto, 2018 20:30Noticias relacionadas
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La realidad virtual tiene muchos obstáculos por delante antes de ganar la popularidad que se merece. Y no hablo sólo de visores asequibles, cómodos, que no mareen, o tener el hardware necesario para hacerlos funcionar.
Hablo de algo tan sencillo como conseguir contenido para realidad virtual. Aún estamos en los inicios de esta segunda era para la realidad virtual, y se nota; aunque la cantidad de apps y juegos diseñados para esta tecnología sigue creciendo, la variedad aún no está en el punto que debería.
Peor aún, aún hay un enorme muro entre el usuario medio y la creación de contenido para realidad virtual. Hasta el más mediocre de los smartphones permite hacer fotos y vídeos; la realidad virtual no tiene ese lujo. Será imposible popularizar esta tecnología, hasta que alguien pueda crear contenido para RV fácilmente y sin gastar demasiado.
La Lenovo Mirage Camera es el paso más decisivo en esa dirección que hemos visto hasta ahora. Esta cámara está diseñada para que cualquiera sea capaz de crear fotos y vídeos para realidad virtual; ¿puede ocupar ese hueco tan necesario en el mercado?
Lenovo Mirage Camera, otra apuesta de Daydream
La Mirage Camera pertenece a la plataforma Daydream de Google; la misma que, después de la indecisión inicial, parece apostar claramente por una realidad virtual accesible para todo el mundo. Ya no es una simple faceta más de Android, un añadido puesto ahí porque “por hacer algo”; es una plataforma que poco a poco se está independizando más allá de los smartphones, y que puede tener la clave del futuro de la realidad virtual.
No hace mucho exploramos esta nueva apuesta de Daydream con el Lenovo Mirage Solo; un visor que aprovecha la tecnología WorldSense para compensar la falta de sensores externos. De esta forma, Lenovo ha conseguido un dispositivo con el que cualquiera puede disfrutar de la realidad virtual.
Pero el Mirage Solo no viene solo. Aunque la Mirage Camera es un producto independiente, no podemos sino verla como un complemento al Mirage Solo; diseñada para crear contenido que podamos disfrutar con el visor.
Dos lentes para conseguir fotos y vídeos en 180º
La Lenovo Mirage Camera es una cámara para conseguir fotos y vídeos en 180 grados; por lo tanto, no nos permitirá crear contenido en 360º, pero el ángulo es lo suficientemente amplio como para ofrecer una experiencia diferente a la de una cámara normal.
La diferencia más obvia la vemos en el frontal. Lentes duales de 13 MP, con abertura f/2.1, son las responsables de conseguir esas fotos y vídeos en 180º. El efecto que se consigue es el famoso “ojo de pez”, que en una pantalla normal no queda muy bien; por supuesto, si vemos la foto en un visor de realidad virtual, o incluso en un smartphone (aprovechando los sensores de movimiento incorporados), sólo veremos parte del plano, y podremos movernos para ver el resto.
La Mirage Camera es capaz de grabar contenido en 4K, 1440p o 1080p; sin embargo, a la hora de la verdad el resultado nunca será tan claro y fiel como con una cámara “normal” que consiga fotos con la misma resolución.
Los algoritmos usados para unir las imágenes obtenidas por las dos lentes son sobresalientes; y el efecto conseguido es sorprendente con el hardware adecuado. Pero no deberíamos engañarnos, pensando que puede capturar imágenes tan asombrosas como la de una cámara tradicional que cueste lo mismo; incluso la cámara de cualquier smartphone decente es superior, más nítida y con los colores más brillantes.
Puede que la Mirage Camera no consiga una imagen impresionante, detalles nítidos ni colores que golpeen. Pero también es justo decir que ese no era su objetivo desde el inicio; si tenemos eso en cuenta, podremos olvidarnos de esos detalles para disfrutar del contenido creado con esta cámara de 180 grados.
Ligera y sencilla, pero difícil adaptarse a ella
Las dos lentes son las claves de la cámara, pero no son su única característica única o curiosa.
Sólo tenemos que darle la vuelta para encontrarnos con la primera curiosidad. O mejor dicho, para no encontrarnos nada. A diferencia de cualquier otra cámara en este formato que se precie, la Mirage Camera no cuenta con pantalla incorporada.
Por lo tanto, tenemos que hacer las fotos “a ciegas”, fijándonos muy bien en el ángulo en el que las tomemos y la dirección en la que apuntemos; es un método algo alienígena de tomar fotos a estas alturas de la vida. Claro, que la app también nos permite convertir nuestro smartphone en la “pantalla” de la cámara; lo cual resulta muy útil para hacer fotos en ángulos que normalmente no podríamos hacer.
Es comprensible que Lenovo no haya querido meter una pantalla en la trasera de la cámara. Para empezar, de esta forma consigue que la Mirage Camera sea una cámara ligera, compacta y muy sencilla. A la hora de la verdad, sólo tenemos que apuntar y disparar, y todo lo demás pueden ser distracciones.
Con apenas unos 139 gramos de peso en su versión WiFi (145 gramos en la versión LTE probada), es una cámara ligera y fácil de coger y usar.
El sacrificio de la pantalla es necesario si nos ponemos a pensar en todo lo que la cámara necesita para crear imágenes y vídeos en 180 grados; como por ejemplo, el procesador Snapdragon 626 de Qualcomm, con la potencia necesaria para ejecutar los algoritmos de Daydream.
También incluye un sensor IMU de seis grados de libertad, además de micrófonos duales y un altavoz. Es evidente que Lenovo se ha centrado en lo que importa en una cámara de este tipo.
Una cámara que saca los puntos buenos de la plataforma Daydream
Entonces, ¿cómo sabemos qué hemos capturado? Ahí está lo interesante; para poder usar la Mirage Camera, antes tenemos que asociarla con un smartphone usando la app VR180 de Google.
Con esta app podremos ver al momento las imágenes y vídeos que hemos capturado, gracias a la conexión Bluetooth de la cámara; el proceso es muy rápido, no tendremos que esperar mucho después de la captura, algo sorprendente teniendo en cuenta el tamaño de los archivos resultantes.
Hablando de eso, la cámara admite tarjetas microSD de hasta 128 GB; ya que el almacenamiento interno de 16 GB probablemente se quedará corto en poco tiempo.
Aquí es donde entra en juego la plataforma Daydream, y la conexión con el resto de servicios de Google. Podemos subir nuestras imágenes a Google Photos, y los vídeos a Youtube, de manera directa y sencilla; y una vez ahí, podemos disfrutarlos en cualquier dispositivo Android. Como por ejemplo, el mencionado Mirage Solo.
Al usar la Mirage Camera, estás sacando el máximo partido a la plataforma que se ha montado Google; y sólo por eso, tal vez su existencia ya tiene sentido.
Lamentablemente, el proceso no es todo lo impoluto que nos gustaría. La necesidad de usar una app en el móvil juega en contra de la cámara en muchas ocasiones; tener que estar constantemente comprobando si la foto que hemos sacado se ve bien es desesperante.
Además, aunque el proceso de sincronización es simple (sólo tenemos que mantener pulsado un botón), no está carente de fallos. Personalmente, hubo un momento en el que ni la cámara ni la app parecían responder; aunque se arregló simplemente apagando la cámara y volviendo a sincronizarla con la app. Un fallo sin consecuencias; pero uno que tengo la sensación de que se podría haber evitado.
El primer escalón hacia la popularización de la realidad virtual
Por si sola, la Mirage Camera no tiene mucho sentido. Es sólo cuando disfrutamos del contenido creado en un visor o dispositivo de realidad virtual que realmente empieza a brillar.
Por eso, sólo la recomendaría si ya contamos con un dispositivo semejante; y no es casualidad que Lenovo la promocione junto con el Mirage Solo. Por separado son buenos, pero juntos ambos productos suponen una gran oportunidad para meterse de lleno en la realidad virtual. Por otra parte, hay que tener en cuenta los precios; la Mirage Camera cuesta 299 €, apenas 60 € menos de lo que cuesta el Mirage Solo; comprarlos juntos se plantea por lo tanto como una inversión importante para cualquiera.
Por esa y otras razones, como algunas decisiones de diseño en ambos dispositivos, da la sensación de que este es sólo el principio. Que apenas hemos rozado la superficie, y que la realidad virtual, y Daydream en particular aún guarda muchas sorpresas en el futuro. La Mirage Camera y el Mirage Solo son una oportunidad de disfrutar antes de ese futuro; con los inconvenientes que conlleva ser uno de los pioneros.