Por qué Amazon Prime puede no merecer la pena, y no tiene nada que ver con la subida de precio
La subida de precio de Prime está en boca de todo el mundo; pero el verdadero problema radica en qué recibimos por nuestro dinero.
31 agosto, 2018 20:50Noticias relacionadas
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Era inevitable. La subida de precio de Amazon finalmente ha sido anunciada, pero no encontrarás una pizca de sorpresa en nuestras caras; era algo que se veía venir, tan obvio como que mañana saldrá el sol.
Para empezar, era algo que la propia Amazon lleva calculando desde hace más de un año; y la cantidad de rumores que indicaban esa posibilidad eran demasiados como para publicarlos todos. Hace cuatro meses ya indicábamos que la subida era más que probable.
Pero sin duda, la pista más evidente fue el aumento en la cantidad de beneficios por contar con una cuenta Prime. Desde juegos completos, a acceso al servicio de streaming Prime Video, o a 2 millones de canciones, todos esos añadidos no fueron gratis; eran un aviso de que Prime iba a subir de precio.
La subida de precio de Prime confunde a los usuarios, ¿por qué?
Al menos, el consuelo que tenemos es que el precio final no es tres veces superior al actual, como en su momento se temía. No sabemos si aquella noticia se filtró para comprobar la reacción de los usuarios, como suelen hacer muchas compañías; pero el caso es que Amazon finalmente ha optado por casi doblar el precio, pasando de 19,95 € a 36 € al año. O bien puedes pagar de manera mensual, 4,99 € al mes.
Es una subida importante y chocante, tanto, que la primera reacción de muchos internautas ha sido cancelar el servicio; y no les culpo. Seré sincero, yo mismo estoy planteándome seriamente si realmente merece la pena seguir pagando Prime; y quién sabe, puede que finalmente decida seguir pagando.
Pero las reacciones en redes sociales demuestran que Amazon ha fallado estrepitosamente en su plan de aumentar el valor percibido de Prime; en otras palabras, aunque es cierto que Prime ofrece más que nunca, para mucha gente esos añadidos no compensan una subida del 80% en el coste.
¿Por qué ocurre esta paradoja, que aumentar la cantidad de ventajas no aumenta el valor percibido del producto? Para comprenderlo, tenemos que analizar qué es lo que hemos ganado con Prime.
Prime Video, el primo feo de Netflix
Es muy probable que Prime Video sea el principal “culpable” de la subida, y digo esto sin tener datos concretos. Pero teniendo en cuenta que su gran rival, Netflix, tiene unas cuotas que llegan hasta los 13,99 € al mes, podemos elucubrar que los 19,95 € de Prime hasta ahora se iban en buena parte a la producción de contenido y adquisición de derechos.
Es gracias a eso que, hasta ahora, Prime era prácticamente una ganga; no sólo teníamos las ventajas tradicionales de Amazon Premium, sino también acceso a películas y series.
Sin embargo, la dura verdad es que Prime Video no está a la altura de Netflix. Sí, tiene sus exclusivas, como The Grand Tour, Jack Ryan o American Gods. Pero incluso estas no dan la sensación de jugar en la misma liga que las exclusivas de Netflix. En cuestión de contenido de terceros es mas discutible, ya que los catálogos de ambas varían con el tiempo; pero la sensación general, sea cierta o no, es que es más fácil encontrar lo que queremos en Netflix.
Por último, tal vez ayudaría mucho el desarrollo de un nuevo reproductor web; el de ahora no está a la altura de la calidad de contenido que ofrece el servicio.
La ganga se ha convertido en un añadido que muchos probablemente ni siquiera habrán probado, pero que tienen que pagar.
Prime Music y Prime Reading, la miel en los labios
Meto en el mismo saco a Prime Music y Prime Reading porque ambos se basan en lo mismo. Ambos nos permiten acceder a una gran cantidad de contenido; dos millones de canciones en streaming, y cientos de eBooks para nuestro Kindle. Y ambos son versiones recortadas de los servicios que realmente queremos.
Porque la verdad es que esas cifras no sorprenden en absoluto. Las que sí sorprenden son las de Music Unlimited (50 millones de canciones) y Kindle Unlimited (1 millón de libros); ambos servicios que tenemos que pagar aparte de la suscripción de Prime.
Aunque Prime Music y Prime Reading nos pueden servir para escuchar algo de música y leer algún libro gratis, la selección es pobre, anticuada y claramente está diseñada para tentarnos a pagar las suscripciones.
Son usables, ojo, y seguro que encuentras una de tus canciones favoritas o un libro que siempre quisiste leer. Pero más que una ventaja de Prime, yo pondría estos dos servicios como un recordatorio constante de que, pese a pagar, no estamos recibiendo lo que realmente queremos. Y eso afecta mucho al, lo has adivinado, el valor percibido de Prime.
Twitch Prime, juegos gratis pero sin la experiencia completa
Otra gran ganga para muchos usuarios era que, al asociar tu cuenta de Amazon Prime con la de Twitch, podías disfrutar de Twitch Prime. Y la cantidad de ventajas era notable, como la eliminación de anuncios. Pero por supuesto, lo más llamativo es que con Twitch Prime podemos conseguir juegos gratis cada mes.
Lamentablemente, Amazon no calculó bien los anuncios, y nos dio una razón más para no seguir con Amazon Prime. Hace unos días anunció que Twitch iba a empezar a mostrar anuncios a los usuarios de Prime; si los queremos desactivar, tenemos que pagar otra suscripción, por supuesto: Twitch Turbo.
Pero al menos tenemos los juegos, ¿verdad? Excepto que sólo los primeros meses merecieron realmente la pena, con juegos AAA muy famosos. En cambio, en septiembre sólo se regalan algunos juegos indies y con muchos años encima; algunos, como Wizardry 8, tienen ya 17 años. Ojo, estos juegos no tienen nada de malo y se disfrutan. Pero no hay ni comparación con lo que se regalaba al principio.
Es seguro decir que, con esta situación, Twitch Prime ha caído en picado en la lista de cosas que necesitamos, y con él, Amazon Prime.
El servicio básico de Prime ya no es lo que era
Sinceramente, todo esto es algo secundario. Ante todo, Prime ha sido y es el mejor servicio para conseguir nuestras compras con envío gratis en apenas 24 horas (o el mismo día dependiendo de dónde vivas); un servicio que nos ahorra decenas, cientos de euros sólo en gastos de envío.
Excepto que, y no me puedo creer que esté escribiendo esto, hasta el servicio básico de Prime ha empeorado. No sobre el papel, ya que oficialmente las ventajas son las mismas; e incluso hay nuevas, como acceso al Prime Day.
Quiero aclarar que hablo sólo de mi propia experiencia y la de algunos de mis compañeros de Omicrono y El Androide Libre. Pero el sentimiento es cada vez más evidente: Prime ha empeorado bastante desde hace unos meses.
Productos que antes eran Prime ya no lo son o no son ofrecidos directamente por Amazon. Los envíos en 1un día son cada vez más raros de encontrar, y la mayoría tardan media semana, o incluso una semana completa. Eso cuando la fecha indicada directamente no se cumple.
Ya no tienes la seguridad de que comprarás algo y a la tarde siguiente lo disfrutarás. Y no, no es culpa de las huelgas, ya que la propia compañía se ha asegurado de cubrir puestos, y los problemas datan de antes de estas protestas.
Este es, sin duda alguna, el mayor pecado de Prime. Y si abandono la suscripción, el principal motivo para hacerlo.
Amazon tiene que centrarse y ofrecer opciones
Da la sensación de que, en su empeño de ofrecer cada vez más, Amazon ha perdido el norte. Prime ya no es un servicio claro y del que puedas depender; es una amalgamación de servicios y ventajas que no tienen nada que ver entre ellos. Sólo que los ofrece Amazon. Pero eso no puede ser motivo para juntarlos y cobrarlos juntos.
Lo peor es que ninguno de estos servicios es el mejor en lo que ofrecen. En muchos casos, la propia Amazon se hace la competencia a si misma con otros servicios más completos. Al comprar Prime, compras un paquete de mediocridad que hace lo justo; y no hay nada de malo en ello, la mediocridad no es mala y sinceramente, no lo cambiaría por nada. Pero eso no quita que vaya a subir de precio, y la mediocridad cara es algo que la mayoría no nos podemos permitir.
Podría ser peor… pero también podría ser mejor
El falso consuelo que leemos mucho, especialmente el día de hoy, es que en realidad Amazon Prime sigue siendo una ganga. Y es cierto. Comparado con la versión estadounidense, que cuesta 12,99 dólares al mes (sí, al mes), salimos ganando; incluso contando con las ventajas exclusivas de EEUU, como el streaming y la lectura ilimitada.
Se mire como se mire, Amazon Prime sigue ofreciendo una cantidad absurda de ventajas por un precio francamente irrisorio si tenemos en cuenta que la suscripción es anual.
Sin embargo, no soy de los que se sienten mejor sólo porque otra persona lo tenga peor que yo. El mercado de EEUU y su versión Prime son muy diferentes; y en buena parte, sufren muchos de los problemas que hemos comentado ya.
Y es que, como ya hemos repasado, no es un problema de precio. Es un problema de valor percibido.
La subida de precio es sólo una excusa para darnos cuenta de que Prime ya no es lo que era. Nos ha servido para mirar qué es lo que estamos pagando; y para muchos, no merece la pena.
Qué debería hacer Amazon
Por todo esto, creo que la solución a la subida de precio de Amazon Prime está en dividir estos servicios. Que Prime vuelva a ser el ticket para conseguir un servicio más rápido y conseguir ofertas especiales, punto. Que Prime Video se vuelva independiente, con su propia suscripción, como ya ocurre en EEUU; la desaparición de Prime Music y Prime Reading en favor de versiones de prueba de Music Unlimited y Kindle Unlimited.
Amazon podría y debería seguir ofreciendo el paquete “completo” (por llamarlo de alguna manera) de Prime; pero también ofrecer el servicio básico y los complementos aparte. Y esta debería ser la excusa de Amazon para centrarse en mejorar esos servicios, en hacerlos atractivos y que, al final, decidamos pagar la suscripción completa porque es la que mejor sale de precio.
Claro, que eso no va a suceder. Gigantes como Amazon no han llegado a donde están sólo ofreciendo lo que la gente quiere; también ofreciendo lo que no quiere, pero que usará de todas maneras. Ofreciendo una plataforma, más que un servicio. El tiempo dirá si eso es lo que quieren los usuarios.