Estás en el aeropuerto junto a miles de personas; en una estación de tren; o en un concierto o allá donde haya grandes cúmulos de personas ¿Qué pasaría si una de esas personas estuviese infectada por una enfermedad contagiosa? Tan solo con estar al lado de esa persona a una distancia de al menos 1 o 2 metros durante unos breves instantes de tiempo, estaremos contagiados; y si estamos dentro de espacios cerrados como un tren o un avión, la posibilidad es aún mayor.
HyFly es un dispositivo electrónico capaz de detectar precisamente eso: si una persona tiene alguna enfermedad, pudiendo contagiar al resto. Imagínalo: para entrar a las puertas de embarque del aeropuerto, aparte del escáner de metales, tendrías que pasar un escáner de enfermedades infeccionsas: si marca positivo, no podrías viajar por el riesgo de contagio de los otros pasajeros.
Imagina que hubiera alguien con ébola en un aeropuerto: el riesgo de contagio sería enorme
Los aeropuertos no solo sitios muy contagiosos porque hay miles de personas respirando el mismo aire, sino porque además miles de personas tocan las mismas cosas: las bandejas de los controles, los pasaportes son tocados por muchísimas personas (y sobre todo, el personal de control de pasaportes toca decenas de miles de ellos todos los días); las bandejas, por ejemplo, son objetos que tienen incluso más gérmenes que los inodoros.
El dispositivo para acabar con la propagación de enfermedades en sitios públicos
El uso de este dispositivo es muy sencillo: tan solo con nuestro aliento es capaz de saber si estamos contagiados por alguna enfermedad contagiosa o no. Ni siquiera necesita muestras de sangre o de saliva; estas otras pruebas tomarían demasiado tiempo y son demasiado caras.
Y la tecnología usada es, en realidad, la misma para detectar drogas en los aeropuertos. Consiste concretamente en detectar pequeñas trazas de compuestos volátiles, midiendo la facilidad con la que los iones son atraídos por un campo eléctrico; esto es lo que se conoce como espectrometría de movilidad de iones (IMS).
Las primeras pruebas ya se han realizado con éxito, según los investigadores, y han conseguido distinguir varios tipos de patógenos. Gracias a este nuevo sistema, se es capaz de averiguar si una persona está enferma en unos pocos minutos. El siguiente paso, antes de que esta máquina llegue a los aeropuertos, es probarla en hospitales y centros médicos con voluntarios que previamente hayan sido identificados con enfermedades infeccionas.
Y no solo es útil para impedir que los pasajeros con patógenos contagiosos entren a las puertas de embarques de los aeropuertos, sino además para prohibir la entrada de personas enfermas a un país.