Los científicos son cada vez más imaginativos a la hora de idear sus robots, ya que buscan que se puedan amoldar a cualquier situación y así ser eficaces a la par de resistentes. Cuanto menos espacio ocupen, más tareas puedan realizar y que por el camino no se rompan, mejor. Este es el cometido del robot con forma de araña que os traemos hoy, el Robugtix Z6.
Este robot tiene una particularidad bien definida que lo hace muy útil a la vez de aterrador: tiene 6 patas robóticas que pueden contraerse y que conforman su cuerpo. Por lo cuál su baza más potente es la posibilidad de cambiar de forma para adaptarse a ciertas situaciones. Perdón, no es esa: su función más potente es que baila de miedo.
Robugtix Z6, el robot más extraño que vas a ver hoy
El Z6 de Robugtix es un robot hexápodo, es decir, tiene 6 patas que a su vez conforman su cuerpo. Estas 6 patas al más puro estilo araña están unidas a un cuerpo central y son capaces de contraerse, girar sobre su eje, etcétera. Todo el cuerpo del Z6 se puede configurar para que ocupe poco espacio o para que pueda alcanzar zonas difíciles como escaleras o zonas escarpadas.
Que se pueda contraer en una forma tan compacta es ideal ya que cabe en la mochila, pero a su vez, es suficientemente potente como para llevar cosas y transportar utensilios por terrenos difíciles. Este es el primer robot profesional de la firma, y sus medidas concretas en compacto son 20 x 23 x 13,7 cm. Cuando se despliega con sus 6 patas es capaz de alcanzar los 52 x 49 x 17 cm.
El Z6 se controla mediante un mando con un joystick y un monitor integrado. Porque sí: el Z6 está equipado con cámaras no sólo para poder controlarlo sino además poder grabar vídeo y sacar fotos en vivo. Gracias a dicho monitor este Z6 es ideal para inspecciones de sitios urgentes, exploración, búsqueda y rescate, y más. También puede subir escaleras y moverse sobre otros obstáculos, rodar y enderezarse si se voltea. Además, puede navegar a través de espacios reducidos y cruzar terrenos irregulares con una carga encima.
Es capaz de moverse gracias a 18 articulaciones motorizadas con 3 grados de libertad por pata. El Z6 tiene un acelerómetro incorporado y las puntas de los sensores de cada pata detectan el contacto con el suelo. Esto también le permite bailar, y lo hace estupendamente.
Por ahora no hay disponibilidad ni precios para este Robugtix Z6, pero es un nuevo paso adelante en la carrera de imaginación para conseguir la forma más eficiente posible en un robot. Si estamos llegando a estos límites ¿qué nos espera el futuro? De momento lo que te instamos a que hagas es que veas a este pequeñín bailar, y así puedas pensar en el futuro de la robótica con más claridad.