En nuestro día a día y sobre todo en Omicrono hemos visto robots que hacen de todo; reptar, escalar, trepar, explorar y un largo etcétera. Pero irónicamente hay pocas opciones que nos dejen configurar un robot a gusto del consumidor. Es cierto que dicha característica no sería muy aprovechada ya que la robótica de por sí es complicada, pero no está de más que los fabricantes se preocupen de los más aficionados a este mundillo.
Es lo que pretende Ohbot, la startup detrás de Picoh, uno de los primeros robots totalmente configurables. Una pizarra en blanco que tiene todas las funciones para que los más avezados experimenten al máximo de sus capacidades.
Picoh, el robot configurable cuyo único obstáculo es saber programar
Este es Picoh, el robot configurable. Su forma no es que sea especialmente elaborada, si bien tiene una gran cantidad de tecnología a disposición del usuario. A grandes rasgos dicho robot es un busto con una cabeza robótic aen un soporte con una pantalla LED configurable de 144 píxeles en 16 x 9y una “boca”. Concretamente Picoh está equipado con un sensor táctil en la nariz, tiene labios motorizados y su cerebro es una placa Arduino que se comunica con un ordenador con inteligencia adicional transmitida desde la nube. Además en sus hombros tiene luces LED y posee un altavoz.
Literalmente Picoh es una pizarra en blanco. Todas las entradas y salidas del robot se pueden configurar mediante programación, concretamente con la aplicación de Picoh, Python o Scratch 3. Picoh también se puede conectar a otros dispositivos externos como webcams y servicios en la nube, como algoritmos de aprendizaje automático para que este pueda tener inteligencia artificial.
Si hablamos de la usabilidad, Picoh puede ser literalmente todo. Es decir, puede ser simplemente un dispositivo que ilumine o puede ser un asistente personal como Alexa o Google Home que responda a comandos de voz con respuestas personalizadas. Hay varios ejemplos; Picoh puede saludar a una persona por su nombre cuando reconoce su rostro y mover la cabeza para seguirla por la estancia en la que esté. Puede dar la hora, dar la fecha de entrega de un pedido en Amazon (por ejemplo) u obtener información de Wikipedia, servicios metereológicos, etcétera. Puede incluso sincronizar los labios junto con canciones o podcasts además de poder bailar (dentro de sus limitaciones).
Picoh sin embargo tiene un problema. Ya hemos visto otros ejemplos de robots de consumo, pero Picoh puede ser demasiado para aquellos usuarios sin los conocimientos necesarios, además de poder ser desaprovechado con facilidad. Si bien Ohbot asegura que Picoh está diseñado para ayudar a las personas a ser más capaces para averiguar cómo funcionan los dispositivos del día a día, su enfoque más prolífico está en los usuarios más experimentados y que quieran jugar con él.
Picoh, como la gran mayoría de artículos de esta índole está en fase de financiación por micromecenazgo en Kickstarter. De su objetivo de poco más de 39 000 dólares han recaudado casi 10 000 con más de 40 días para que se acabe la campaña. Para comprar el robot la cifra mínima es de unos 100 dólares. Afortunadamente es un precio que no es demasiado elevado para un aparato que disfrutarán los más entusiastas de la robótica. Aunque si estabas buscando la manera de entrar en este terreno, no se nos ocurre una mejor forma.
Foto de portada: Ohbot