Para problemas complicados hacen falta medidas complicadas, o eso dicen. Como muchas veces hemos repetido en Omicrono el robot medio del que se habla no es el que sale en las películas; son de muchas formas distintas y colores, y algunos son los robots más avanzados que existen. Uno de los mejores ejemplos es Eelume, el robot con forma de serpiente que será el futuro de la exploración submarina.
Este avanzadísimo robot ya está siendo probado en aguas nórdicas y constituye el futuro de dicha exploración y la innovación en este mundillo. Es cierto que no es la primera vez que lo vemos pero su nueva versión traerá muchas posibilidades para explorar concienzudamente el abismo marino.
Eelume, el robot más avanzado para la exploración submarina
Habitualmente a este robot se le conocía por EELY500 y ahora mismo se está probando para comenzar sus test en los fríos mares de Noruega. Este robot ha sido creado por el grupo de investigación SINTEF de Noruega y la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) y el robot está siendo desarrollado por la empresa spin-off Eelume.
Su cuerpo está segmentado y es absolutamente flexible para la movilidad en el agua. Tengamos en cuenta que este robot se moverá en el fondo marino con frío, presión y condiciones de movimiento constantes por lo que es importantísimo que tenga la mayor libertad posible. De ahí su forma de serpiente, la cuál está equipada con luces, una cámara y herramientas o sensores manipulables intercambiables. Se puede controlar de forma remota cuando está atado a un usuario ubicado en la superficie a través de un cable de control, o puede ejecutarse de manera autónoma cuando está suelto sin el cable.
Esta es una versión renovada de una generación anterior que posee una mejor maniobrabilidad, una mejor cámara, luces más potentes, una batería más duraderay una mayor capacidad de almacenamiento de datos. Porque su principal objetivo es la exploración submarina, ya que este robot vivirá permanentemente bajo el agua.
Cuando el Eelume viaja por el agua endereza su cuerpo como un torpedo para una máxima racionalización del aerodinamismo. Puede doblarse para retorcerse a través de espacios reducidos, y además puede formar un brazo robótico en forma de U; esta última configuración le otorga la capacidad de agarrarse sí misma a un objeto inmóvil con un extremo de su cuerpo y luego pararse “a descansar”. Esto requiere una tarea (como girar una válvula, etc.) con un contorlador que dirija la maniobra.
Las flotas de estos robots vivirán permanentemente bajo el agua en estaciones de atraque submarinas construidas en lugares como plataformas de perforación en alta mar. Así, en lugar de tener que sacarlos del agua y recargarlos y volverlos a sumergir simplemente pueden ser dirigidos dentro y fuera de las estructuras según sea necesario ya sea por un clima duro o por la falta de recipientes que encontrar en la superficie. Los robots también podrán cargar sus baterías dentro de las estaciones e intercambiar entre diferentes herramientas de manipulación dependiendo de la tarea en cuestión.
Los planes para este robot exigen que se use en los campos de gas y petróleo de la zona de Åsgard, ubicado a una profundidad de 240 a 310 metros frente a la costa de Noruega. Primero se probarán a una profundidad de 360 metros en el Fiordo de Trondheim para testear su manejo en distintas condiciones. Recordemos que hablamos de equipos carísimos que desempeñarán muchas tareas distintas.
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