¿Sabías que para que un robot pueda siquiera interactuar de forma algo independiente nuestro mundo necesitan pasar entrenamientos de meses e incluso años? Los robots no son personas, y queda claro por la dependencia que aún sufren de nosotros, sus creadores. Pero gracias a la inteligencia artificial este nexo es cada vez más débil, y hay robots incluso capaces de imaginarse a sí mismos.
Unos investigadores han conseguido desarrollar unas piernas robóticas, lo cuál no es nada novedoso. El “truco” que descansa tras estos inventos es que estas piernas son capaces de enseñarse a sí mismas a andar y a avanzar en ese aprendizaje. Pero hay otro secreto más bajo el “capó”: la evolución.
Las piernas robóticas que se enseñan a caminar a sí mismas
Los responsables de este avance tecnológico son los investigadores de la Universidad de Carolina del Sur, que han desarrollado a estas piernas inspirándose en humanos y animales que han ido evolucionando para aprender a caminar como nosotros hacemos en nuestros primeros momentos de vida. Se espera que esta investigación abra nuevas posibilidades en los campos de las prótesis dinámicas y los robots que aprenden sobre la marcha en entornos desconocidos.
Porque lo que hemos dicho de que los robots necesitan meses y años para aprender a desenvolverse por el mundo no es mentira; obviamente estos aparatos no tienen la capacidad sensorial que tenemos nosotros y que su algoritmo recoja la cantidad ingente de información que necesitan para poder sortear un obstáculo lleva su tiempo. Los investigadores quieren que, con este invento, se consiga acelerar el proceso.
Estas piernas robóticas están accionadas mediante tendones que emulan a los de los animales y humanos. Están controlados por algoritmos de aprendizaje automático bio-programados, es decir, han aprendido de los hábitos de los seres vivos para aprender poco a poco a andar. Es por esto por lo que estas piernas son capaces de, literalmente, enseñarse ellas solas a caminar y desarrollen la habilidad de caminar de manera similar a los humanosgracias al método que se conoce en los círculos de robótica como “balbuceo motor”. Este sistema consiste en realizar movimientos exploratorios repetidos, una suerte de ensayo y error para animales.
Este aparato aprende sobre su propia estructura y el entorno que le rodea, permitiéndole desarrollar por sí solo un andar personalizado por él mismo para acto seguido aprender un nuevo paso en la tarea de caminar después de solo cinco minutos de balbuceo motor. Gracias a esto se le puede tirar al suelo se puede recuperar sin que se haya programado para ello y planear su próximo paso seguro para evitar el peligro. Según los investigadores, es el primer robot que consigue tal hazaña.
Según Francisco J. Valero-Cuevas, un profesor de Ingeniería Biomédica en New Atlas: “Hoy en día, se necesita el equivalente de meses o años de entrenamiento para que un robot esté listo para interactuar con el mundo, pero queremos lograr el rápido aprendizaje y las adaptaciones que se ven en la naturaleza”.
Según el estudiante de doctorado de ingeniería de la USC, Ali Marjaninejad, autor del estudio que se ha llevado a cabo con este robot: “Si se deja que estos robots aprendan de la experiencia relevante, finalmente encontrarán una solución que, una vez encontrada, se pondrá en uso y se adaptará según sea necesario. La solución puede no ser perfecta, pero se adoptará si es lo suficientemente buena para la situación. No todos necesitamos o deseamos, o podemos gastar tiempo y esfuerzo, ganar una medalla olímpica”.
A efectos prácticos lo que quieren resolver es el problema de la inmediatez y la posibilidad. Podemos programar a un robot para que se levante tras un golpe, pero no están preparados para la infinidad de posibilidades aleatorias que tienen lugar constantemente en un entorno. Este tipo de robots son capaces de desarrollar sus propios movimientos de forma personalizada en respuesta a su entorno, ampliando su abanico de posibilidades. Y las posibilidades si este avance sale adelante son infinitas, y no sólo en el campo de las prótesis médicas.