A la hora de elegir refrigeración para tu procesador, normalmente tienes dos opciones. Puedes optar por lo básico y seguro, que es la refrigeración por aire. En ese caso, normalmente se trata de un disipador más o menos grande que se acopla a la placa base. Uno o más ventiladores se encargan de hacer que el aire frío pase por las aletas, transfiera el calor, y este sea expulsado. En este caso, cuanto más grande sea el disipador, más calor disipará, evidentemente. Las desventajas de la refrigeración por aire suelen estar en la eficiencia y en el ruido adicional que producen los ventiladores.

Por contra, otra opción que está ganando mucha popularidad en los últimos años es la refrigeración líquida. Consiste en llevar el calor a unos radiadores usando líquido (normalmente no es simplemente agua), donde es expulsado usando ventiladores. Estos sistemas tienen el potencial de disipar mucha más calor y de ser más eficientes; además, los ventiladores normalmente no tienen que moverse tan rápido y por lo tanto, no hacen tanto ruido. La refrigeración líquida tradicionalmente ha sido cosa de expertos; pero en los últimos años han llegado al mercado productos de fácil instalación y rendimiento aceptable.

Meter el disipador en refrigeración líquida, toda una locura

Pero, ¿y si pudieses juntar lo mejor de ambos sistemas de refrigeración? Parece una tontería, y créenos, lo es. Pero si nos ponemos a pensar, en teoría podría ser posible usar ambos sistemas al mismo tiempo, y eso es lo que han intentado en el canal de Youtube Major Hardware. El concepto es bastante estúpido, pero eso dijeron de usar agua en un ordenador. Lo importante es si podemos conseguir una ventaja, aunque el propio creador de este sistema reconoce que lo hizo sólo porque es “cool”.

El sistema consiste en coger un disipador de aire y meterlo en un contenedor de refrigeración líquida. Por lo tanto, en vez de conectar ventiladores al disipador para que expulsen el aire caliente, el líquido que rodea al disipador se calienta y se lleva el calor por un tubo de salida. Normalmente, en la refrigeración líquida se usa un bloque, que es el que hace contacto con el procesador y transfiere el calor al líquido.

El resultado es, como lo define su creador, más una pecera que otra cosa. El proceso de creación no estuvo falto de problemas, sobre todo con un par de fugas (justo lo que no quieres cuando tienes un contenedor de líquido encima de tu ordenador). Claro, que la gran pregunta es si funciona. En las pruebas no se usó un radiador, sino que se conectó una bomba de agua a un contenedor con agua helada. Gracias a esto, las temperaturas en “idle”, dejando el sistema sin hacer nada, cayeron hasta los 30ºC; mientras que una prueba de estrés se mantuvieron en sólo los 44 ºC.

Claro, que lo interesante sería saber cómo funcionaría con un radiador normal, pero como experimento es suficiente para darnos cuenta del potencial. Quién sabe, puede que sea la nueva tendencia a seguir en el sector.