El incendio de la catedral de Notre Dame ha conmocionado a Europa y al mundo; ver en directo cómo la mayor parte del techo y la famosa aguja caían pasto de las llamas ha sido posible gracias a las redes sociales (no sin sus problemas). Siglos de historia perdidos para siempre, pero no podemos olvidar el componente humano; ni que, mientras veíamos cómo el fuego se extendía, a pie de catedral los bomberos ya estaban luchando contra él.
Este es el tipo de desastres para los que los bomberos profesionales están entrenados. Durante el incendio, hubo voces (como la del presidente Donald Trump) que pidieron usar los aviones cisterna normalmente usados en incendios forestales. Pero estos bomberos sabían muy bien que, si soltaban una gran cantidad de agua sobre la catedral, esta podría acabar de desmoronarse.
Colossus, un robot bombero
Por lo tanto, la única alternativa era controlar y apagar el fuego desde abajo, pero eso es más fácil decirlo que hacerlo. Es un trabajo más peligroso de lo normal, y la posibilidad de quedar atrapado por un trozo de viga es muy real. Por eso, en las situaciones más complicadas los bomberos usaron a su nuevo mejor amigo: Colossus.
Se trata de un robot, fabricado por la empresa Shark Robotics, diseñado para ayudar en zonas peligrosas para un ser humano; especialmente en incendios, pero también se puede usar en rescates y temporales. Con un peso de unos 500 kg y apenas 160 cm de largo y 76 cm de alto, este pequeño robot tiene todo lo necesario para aguantar las situaciones más difíciles; como por ejemplo, grandes incendios en los que el peligro de desmoronamiento sea demasiado elevado.
Este robot se puede pilotar de manera remota con una conexión inalámbrica, y no solo es capaz de transportar materiales, sino que incluso puede ayudar en los trabajos de extinción del incendio. Es compatible con varios tipos de cañones de agua y mangueras para diferentes tipos de trabajos (por ejemplo, para esparcir agua o concentrarla en un punto concreto).
El robot que ayudó a apagar el incendio de Notre Dame
El cuerpo de bomberos de París es el más importante que ya cuenta con los servicios de Colossus; y los aprovechó durante la extinción del incendio de Notre Dame, como demuestran unos vídeos, en los que vemos cómo el robot fue capaz de adentrarse en la catedral en solitario. Inició los trabajos de extinción en zonas por las que los bomberos no podían pasar.
El Colossus cuenta con cámaras en 360 grados, alta definición y zoom de hasta 25x; incluso puede equiparse con una cámara nocturna y térmica para encontrar cuerpos de posibles víctimas. Su diseño modular permite la modificación para cada tipo de trabajo.
El operario puede controlar el robot usando una tablet y la información que obtiene de estas cámaras para atacar los puntos más graves. Además, permite el transporte de heridos si es necesario y cuenta con un ventilador para mover el humo y mejorar la visibilidad.
Que el incendio de Notre Dame se saldase sin la muerte de nadie fue todo un logro de los bomberos y los protocolos puestos en marcha para el desalojo de la zona. Pero un robot también fue pieza clave para realizar los trabajos más peligrosos.