El papel de los drones puede ser vital en la medicina moderna, especialmente con su especialidad, el transporte. Se pueden usar para llevar medicinas a poblaciones muy lejanas y sin acceso rápido; algo especialmente útil para vacunas y otros medicamentos que tienen que almacenarse a ciertas temperaturas y pueden caducar, y por lo tanto, no pueden almacenarse durante todo el año.
Otro campo en el que los drones ya han demostrado su potencial es en los trasplantes de órganos. El año pasado hablábamos de una prueba de la Universidad de Maryland, en la que transportaron un riñón; los resultados fueron tan buenos que el pasado 19 de abril decidieron usarlo en un caso real: el transporte de un riñón que iba a ser transplantado a una paciente.
Un dron para el trasplante de órganos
El riñón provenía de un hospital a unos cinco kilómetros de distancia del centro médico de la universidad. La paciente era una mujer de 44 años con insuficiencia renal, y que llevaba ocho años con una diálisis. La espera por un riñón terminó cuando se pudo procurar uno de un donante compatible cercano. La universidad aprovechó para realizar el primer transporte por dron de un órgano que iba a ser trasplantado a un paciente; aunque ya se habían realizado transportes similares de órganos, estos no habían sido trasplantados, sólo analizados.
Esta era por lo tanto una prueba de fuego para el sistema. Los investigadores sabían que el riñón podía llegar en buenas condiciones, pero aún había muchos interrogantes. Para garantizar el transporte seguro y eficaz de los órganos, no usaron un dron comercial, sino uno personalizado de ocho rotores para sus necesidades. Cuenta con todo tipo de sensores para mantener la temperatura y la presión barométrica a niveles aceptables; además, el dron es capaz de controlar su altura y las vibraciones generadas de manera precisa. La localización también se registró en tiempo real para garantizar un viaje lo más corto posible.
Los investigadores sabían lo que era necesario gracias a una serie de viajes de prueba, que empezaron con algo tan simple como el transporte de tubos de extracción de sangre. Todo mereció la pena: el trasplante se realizó con éxito y la paciente pudo salir del hospital unos días después. Esto puede abrir la puerta a más trasplantes, especialmente si el transporte se puede realizar de manera rápida y segura.
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