Hace unas semanas celebrábamos el lanzamiento de la Raspberry Pi 4, el modelo más potente y capaz hasta la fecha de la marca. Todo un salto adelante que no solo trae un procesador más potente y capaz de ejecutar un sistema operativo completo de escritorio sin problemas, sino también nuevas partes y funcionalidades.
Entre las novedades estaba el puerto USB-C, algo que se agradece teniendo en cuenta que se ha convertido en el estándar preferido por la industria. Cada vez hay más dispositivos que usan USB-C, pero si lo vas a conectar a tu Pi 4 puede que te encuentres con que no funciona correctamente. Y es que en una decisión muy rara de parte de sus creadores, la conexión USB-C no cumple el estándar por culpa de un mal diseño. Esto fue descubierto por el entusiasta Tyler Ward, gracias a que el diseño de la Pi es abierto y cualquiera puede analizar su funcionamiento interno.
El puerto USB-C de la Raspberry Pi 4 está mal diseñado
En teoría, en un puerto USB-C es necesario que los dos pines CC tengan su propia resistencia de 5,1K ohmnios. Sin embargo, los diseñadores de la Pi 4 optaron por un diseño propio de circuito, que permite que ambos pines compartan la misma resistencia; una solución práctica pero que tiene consecuencias. Este diseño no cumple con el estándar USB-C, y eso significa que, aunque debería funcionar en muchas ocasiones, en otras podemos encontrarnos con problemas de compatibilidad con dispositivos que sí sigan el estándar.
En concreto, como el puerto USB-C de la Pi 4 se usa para cargar, es muy posible que muchos cargadores no funcionen. Si usan un cable “e-marked” o “e-marcador”, que incluyen chips que gestionan la energía, la tasa de transferencia y mucho más. Al encontrarse con un puerto USB-C modificado de esta manera, es posible que el cable detecte a la Pi como un accesorio de audio, y no como un sistema para cargar. Por lo tanto, la carga no se inicia.
El diseño se ha llevado las críticas de buena parte de la comunidad, e incluso ya está siendo presentado como “la manera de NO diseñar un puerto USB-C”; y es que la especificación oficial de USB-C no es una guía en la que basarnos para nuestro diseño, sino que es mandatorio copiarla tal cual para garantizar el correcto funcionamiento. El propio co-fundador de Raspberry Pi, Eben Upton, ya ha admitido el problema, mostrando su sorpresa por que no haya aparecido en las pruebas internas; afirma que será solucionado en una próxima revisión de la placa, y mientras tanto los usuarios deberían usar cables y dispositivos sin “e-marked”, como por ejemplo, el oficial de Raspberry Pi.