Vivimos en un momento de inestabilidad en la política española, por el constante “toma y daca” entre los principales partidos después de los resultados de las últimas elecciones generales. Unas elecciones que aún no está claro si habrá que repetir, dependiendo de si PSOE y Podemos son capaces de ponerse de acuerdo con el reparto de sillones. A la derecha, PP y Ciudadanos ya no saben qué hacer para contentar a Vox y que no se les escape un bastión tan importante como el de la Comunidad de Madrid.
En este clima de agresión política, deberíamos alegrarnos de que los políticos españoles se puedan poner de acuerdo en una cosa, ¿verdad? Qué pena que aparentemente sólo sea para conseguir beneficios personales; como la compra de cientos de nuevas unidades del iPad Pro, que ha sido aprobada de carácter urgente en el Congreso de los Diputados, con un procedimiento más rápido de lo habitual. Un contrato que de hecho ya había sido adjudicado hace una semana, incluso antes de la votación.
Aprobada la compra de los iPads de los diputados
El Congreso adjudica a todos los diputados un “kit tecnológico”, que consiste en una serie de dispositivos con los que, en teoría, puede trabajar y cumplir su función en el hemiciclo. La necesidad de comprar estos dispositivos viene porque los propios sistemas informáticos del Congreso están obsoletos. Los ordenadores integrados en cada asiento del hemiciclo aún ejecutan Windows XP, una versión abandonada por Microsoft y que ya no recibe actualizaciones de seguridad. Por lo tanto, sólo se usan para lo mínimo, y la mayoría de representantes prefiere usar un smartphone o una tablet.
Estos dispositivos tienen que ser obligatoriamente un iPhone o un iPad, ya que, como apunta Vozpópuli, es necesario que sean compatibles con iOS, el sistema operativo cerrado de Apple. El Congreso tiene apps oficiales que los diputados pueden instalar, pero han sido desarrolladas sólo para iOS. Es la pescadilla que se muerde la cola: las apps tienen que ser desarrolladas en iOS porque ese es el sistema que usan los representantes, y a su vez estos necesitan dispositivos compatibles para poder usar las apps. Es un problema que se repite cada legislatura, cada vez que nuevas caras llegan al Congreso.
Es por este ciclo vicioso que en los últimos años el Congreso ha aprobado partidas cuantiosas para actualizar los dispositivos. En 2017 se sacaron 1,7 millones de las arcas para comprar nuevos iPhone, y ahora le toca el turno a las tablets. En este caso, Apple ofrece varias opciones, desde el iPad más básico por 349 €, pasando por el iPad Mini por 449 € o el iPad Air por 549 €. Todos ofrecen una gran experiencia y son compatibles con accesorios y apps modernas. Pero aparentemente no están a la altura, porque el modelo solicitado es nada menos que el iPad Pro, del que podéis leer nuestro análisis aquí.
Un iPad Pro que se podrán quedar por un coste ridículo
El iPad Pro es el modelo más avanzado y potente de Apple; tiene el mejor hardware, es el más rápido y compatible con accesorios como el nuevo Apple Pencil o la funda con teclado. Como su nombre indica, es un modelo orientado a profesionales que realmente necesiten lo mejor en cada momento. No solo eso, sino que el modelo escogido no es el básico, que cuesta 879 €, sino uno de los más completos, con un coste aproximado de 1.269 €; se trata del modelo de 12,9 pulgadas con 256 GB de almacenamiento. Además, tiene que venir con una funda con teclado original. En total, la partida aprobada para esta renovación ha sido de 417.085,71 € para la compra de unas 400 unidades.
Si los diputados realmente aprovecharán una “bestia” como esta, es algo que está por ver; si nos guiamos por el uso que le dieron en pasadas legislaturas (jugar al Candy Crush o visitar páginas web) es a todas luces un exceso. Pero tal vez lo más sorprendente es que, si finalmente esta legislatura no sigue adelante, dentro de pocos meses los diputados se podrán quedar las tablets con un descuento excepcional. Cuando la pasada legislatura terminó, los diputados se pudieron quedar los iPad que obtuvieron por un simple pago de 50 €.