Ahora que los robots están tan arraigados en nuestra sociedad (y en la actualidad moderna) se les está buscando usos cada vez más creativos a estas tecnologías para superar barreras o tareas muy concretas. Desde hace mucho tiempo se ha intentado llevar a la tecnología, ya sea a los robots o a otros campos, el concepto de la modularidad; que las piezas de una máquina se puedan separar y unir a placer para expandir sus posibilidades.
La ciencia ficción ya deja de ser ficción: un proyecto llevado a cabo en la Universidad de Pennsylvania en ModLab está intentando dar luz a unos robots modulares capaces de combinarse entre sí y cambiar su forma como si de unos Power Rangers se tratara.
Estos robots modulares se combinan entre sí y cambian su forma a placer
Estos robots llamados SMORES-EP son, en esencia, módulos con ruedas a los lados de su cuerpo para que se puedan transportar y así añadir más ruedas al robot que se forma cuando están en conjunto. Pueden convertir los imanes que tienen en su cuerpo como radios de corto alcance y cada módulo tiene 4 conectores, por lo que dos de estos robots se pueden conectar en 17 configuraciones diferentes. Gracias a esta variedad con muchas unidades se pueden crear robots más grandes y complejos.
Por otra parte no vale con que los robots se acoplen de cualquier forma y de repente formen a Optimus Prime; necesitan una distribución específica y un plan de acción para unirse y acoplarse de manera correcta. Deben saber qué posiciones ocupar y como hacerlo, por lo que el verdadero reto de los investigadores es conseguir que estos sean capaces de hacerlo de la mejor forma posible.
Estos investigadores calcularon la actuación más eficiente de estos robots modulares para que estos se reconfiguren desde su estado inicial a un estado objetivo, ya sea para formar un robot más grande o para realizar alguna tarea que precise de una forma concreta. Algunas de estas configuraciones provocan que los módulos se ayuden entre sí; un módulo que actúa como un “ayudante” que mueve otro módulo en su lugar para que pueda acoplarse a su nueva posición.
Las ventajas de estos robots son numerosas. Son más flexibles, se adaptan mejor a situaciones, son autoreparables y además pueden reemplazarse fácilmente por otros módulos más baratos de fabricar. Pueden servir para muchas cosas; desde ayudar en misiones espaciales, catástrofes naturales hasta actuar como prótesis para personas discapacitadas.
Imagen de portada | ModLab UPenn