Los coches autónomos no sólo van a cambiar la manera en la que viajamos; también pueden revolucionar el sector del taxi. Si los taxistas creían que servicios como Uber hacían peligrar sus trabajos, eso no es nada comparado con lo que preparan varias compañías.

Los "robotaxis", o taxis autónomos, ya están en funcionamiento en algunas ciudades de EEUU como parte de programas piloto. Y ahora Hyundai se ha sumado con BotRide, que también es su primer coche autónomo.

El BotRide es fruto de una colaboración entre el fabricante coreano y Pony.ai, una startup especializada en el desarrollo de sistemas inteligentes para vehículos, y que ya ha colaborado con otros fabricantes del sector como Toyota.

El coche autónomo de Hyundai

El proyecto con Hyundai es el más avanzado hasta ahora, por cuanto ya está listo para ser probado en carreteras públicas con clientes reales. A partir del próximo 4 de noviembre, el BotRide ofrecerá viajes en Irvine, California; no estará abierto a todo el mundo, centrándose primero en ofrecer servicio a unos cientos de estudiantes y vecinos de la zona, que estarán autorizados para entrar en el coche.

Pony.ai

Hyundai, junto con Pony.ai y Via, una empresa de mobilidad, han decidido empezar de esta manera porque su primer objetivo es analizar las reacciones de los clientes. Es un misterio cómo se comportará la gente dentro de un coche autónomo, y cómo serán las interacciones. El servicio será gratuito a cambio de participar en el programa.

El coche usado en el servicio es un Kona, concretamente la versión completamente eléctrica. Este pequeño crossover es uno de los coches eléctricos más asequbiles del mercado, y recientemente también recibió una versión híbrida. Para BotRide, ha sido modificado con sensores y el sistema autónomo desarrollado por Pony.ai para alcanzar el nivel 4 de autonomía.

Pony.ai

Por lo tanto, no se sitúa en el nivel 5 de autonomía, el más elevado; aún así, es capaz de reconocer a peatones y es suficiente para viajes cortos y predeterminados. En este caso, se incluyen destinos en zonas residenciales, comerciales y puntos de interés. Un empleado estará en el asiento del conductor, listo para tomar el control en caso de que algo salga mal.

El objetivo es mejorar esta plataforma con uso real para alcanzar el nivel 5, con el que sería capaz de llevarnos a donde queramos. Para ello, este coche ya incluye hardware que le permite analizar situaciones complejas de tráfico y predecir el comportamiento de los peatones.

Esto demuestra lo lejos que aún están los coches completamente autónomos; aunque empresas como Tesla afirman que todos esos sensores y sistemas no son necesarios, y que sólo con las cámaras y los ordenadores de a bordo la conducción completamente autónoma es posible.

Noticias relacionadas