A Elon Musk no le gusta perder a nada, y cuando Porsche demostró orgullosa que tenía la berlina eléctrica más rápida del mundo, prácticamente podíamos ver el humo saliendo de las orejas del millonario.
Y es que, durante años, el Tesla Model S ha sido la referencia como berlina eléctrica; no sólo por su autonomía, sino también por su rendimiento. El Model S más potente es capaz de dejar atrás a muchos deportivos con motor de combustión.
Que ahora llegase Porsche con su nuevo Taycan y consiguiese un récord que Tesla nunca persiguió era algo imperdonable. Especialmente cuando todas las (escasas) pruebas que han enfrentado a ambos modelos han puesto por delante al coche alemán.
Tesla prepara la revancha contra Porsche
La venganza de Musk se ha materializado en una nueva versión del Model S, con el nombre código "Plaid". El objetivo era bajar el récord que el Taycan había conseguido en el Nürburgring Nordschleife, el legendario "infierno verde".
En este circuito de más de 20 kilómetros de longitud no solo hay que tener una buena aceleración. Todas sus 154 curvas son diferentes, y requieren un coche equilibrado y estable a altas velocidades, la especialidad de Porsche. Que sea una vuelta tan larga es también un desafío para los eléctricos, a los que les suele costar mantener el máximo rendimiento durante tanto tiempo.
Es por eso que Tesla no ha tenido más remedio que crear una nueva versión del Model S, diseñada específicamente para conseguir un buen tiempo en el Nürburgring.
No tenemos datos oficiales de este nuevo modelo, pero la revista Auto Motor und Sport ha podido estar presente en las pruebas, y ha registrado los tiempos a la vieja usanza, con un cronómetro.
El resultado es impactante: 7:13 minutos. Es una cifra casi 30 segundos inferior a la obtenida por el Porsche Taycan, que paró el crono en el 7:42. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este no es un récord oficial, ya que se realizó en pruebas privadas y con importantes modificaciones instaladas.
Estas fueron las últimas pruebas del año; Tesla volverá el año que viene, esta vez para marcar un tiempo oficial.
Durante el último mes, los ingenieros de Tesla han probado varias configuraciones con dos coches diferentes, una incluso con un gran alerón trasero. Además, los pasos de rueda se han ensanchado para conseguir una mayor estabilidad, la altura se ha reducido y se ha instalado un difusor trasero para estabilizar el flujo de aire.
El cambio que no se ve a simple vista es la inclusión de un tercer motor. En efecto, los Model S tienen dos motores, pero esta versión tiene un tercero para aumentar la potencia total a una cifra que aún no se ha publicado.
Tal vez lo más interesante es que estos Tesla modificados parecen ser "mulas" de pruebas, coches modificados para probar nuevas piezas. Por lo tanto, es posible que algunas de estas modificaciones acaben en un modelo comercial; por el momento, ya se sabe que Tesla empezará a vender un paquete de piezas deportivas, incluyendo nuevos frenos y ruedas.