A Internet se le acaban las direcciones
Las direcciones IP ya son un bien muy escaso. La organización reguladora RIPE ha vendido el último paquete que estaba libre de estas direcciones que usamos día a día.
3 diciembre, 2019 13:37Noticias relacionadas
Basta una rápida búsqueda en Twitter para comprobar que algo está cambiando en Internet. Miles de usuarios se quejan por este medio de la lentitud de su conexión de fibra óptica a la hora de navegar por sitios web más o menos exigentes como Twitch u otras plataformas de streaming.
Las operadoras, por el momento, guardan silencio y responden a los usuarios con evasivas o el clásico "estamos revisando su caso". Mientras, saltan noticias en medios técnicos especializados anunciando que es una situación con difícil arreglo en el corto plazo.
Y es que no es algo que haya pillado por sorpresa a los distribuidores de Internet a nivel mayorista (por encima de las teleoperadoras). La escasez de direcciones IP para el protocolo actual se ha venido tratando desde hace muchos años en vistas al crecimiento mundial de las conexiones simultáneas a la red de redes.
Lo siento, acabamos de vender la última IP
RIPE es una organización que regula la asignación de direcciones IP en Europa, Oriente Medio y algunas partes de Asia Central. Supervisa el reparto que realizan los grandes mayoristas a las operadoras vigilando que se haga de la mejor manera posible a la vez que proporciona un soporte de organización y administración entre compañías.
Una vez explicado un poco qué es RIPE, nos queda saber que esta organización asignó el pasado 25 de noviembre el último paquete de direcciones IP disponibles. Esto significa que ya no habrá más IP libres para asignar a nuevos usuarios y toca compartir.
El actual protocolo IPv4, presentado al mundo allá por 1983, puede acaparar algo menos de 4.300 millones de direcciones únicas. Una cantidad que parecía inalcanzable en los años 80 pero que acabamos de agotar hace escasos días.
Soluciones a corto plazo
Las compañías llevan un tiempo retorciéndose los sesos para dar con una fórmula que permita a los usuarios seguir navegando a la misma velocidad que hasta ahora, pero desgraciadamente la magia no existe.
Así que formularon el conocido como CG-NAT para intentar solventar sus problemas hasta la implementación del nuevo protocolo (del que hablaremos a continuación) sin proporcionar información a los usuarios sobre esta práctica.
CG-NAT consiste en compartir una dirección IP pública entre más de una conexión privada. Lo que antes era una IP por conexión a la red (por ejemplo, la de nuestra casa u oficina), ahora la compartimos con otros usuarios del mismo operador.
Una treta que puede causar (y de hecho causa desde hace tiempo) problemas en los servicios de streaming más exigentes, la inutilización de algunas plataformas como PlayStation Network o el funcionamiento errático de aplicaciones de videollamadas.
Si necesitas un rango de IP propias (normalmente utilizadas en el mundo empresarial u organizaciones gubernamentales) tendrás que apuntarte en la lista de espera que RIPE ha abierto para aguardar a que se queden libres nuevas direcciones.
Otro de los escenarios posibles es que las teleoperadoras comiencen a vender y comprar direcciones IP sobrantes. De hecho, ya existen algunos intermediarios que ofrecen este servicio convirtiéndose en un bien demasiado preciado como para no sacar rédito.
¿Qué pasará a medio plazo?
Según datos proporcionados por la gigante Google, la adopción de IPv6 se establece en el 24,91% en la última medición disponible correspondiente con el pasado día 26 de noviembre desde que se lanzara en 2012.
Para hacernos una idea del avance, tan solo ha avanzado alrededor de un 3% respecto al año pasado para datos de acceso a Google a través de IPv6 en todo el mundo. Y la cosa se pone peor si ponemos la lupa en España.
La adopción del estándar en nuestro país se sitúa en un paupérrimo 3,17%. Muy por debajo del 33% que tiene Portugal, del 35 de Francia y del 45 de Alemania. Y compartiendo con Dinamarca los puestos de la cola del Viejo Continente.
Estamos insistiendo mucho en este protocolo porque eliminaría de un plumazo todos nuestros problemas de IP libres. Con IPv6 tendríamos disponibles 340 sextillones de direcciones y volveríamos a poder disfrutar de Internet como lo habíamos hecho hasta ahora.