Ser pionero siempre es difícil, especialmente cuando tienes que luchar contra leyes que fueron escritas antes de que cualquiera se plantease siquiera hacer lo que quieres hacer.
Eso es algo que conocen muy bien los fabricantes de coches, especialmente algunos como Tesla, que están implementando tecnologías para las que aún no hay reglas concretas, como la conducción autónoma.
Mientras en EEUU los fabricantes tienen cierta libertad para realizar pruebas de coches sin conductor en público, y pueden lanzar funciones cada vez más avanzadas, en la Unión Europea están mucho más limitados. Sin embargo, son precisamente estas leyes las que pueden evitar problemas mayores, como accidentes provocados por la juventud de estos sistemas.
El Smart Summon de Tesla es limitado
Es algo que es más aparente con fabricantes como Tesla, que no ha tenido miedo de lanzar funciones muy avanzadas pero que pueden poner en peligro la vida de conductores y peatones. El Autopilot es un buen ejemplo de esto: pese a su nombre, en realidad no es un piloto automático, y sigue siendo necesaria la atención del conductor; claro, que a juzgar por los accidentes en los que se meten, algunos de ellos mortales, es evidente que mucha gente no comprende eso.
Este mismo año hemos visto una repetición de estas prácticas, con el lanzamiento de Smart Summon; una funcionalidad que permite que el coche salga de su aparcamiento y conduzca hasta nuestra localización por si solo. Diseñada para grandes parkings, Smart Summon se encarga de conducir el coche, controlando su entorno; sin embargo, el sistema nos avisa de que debemos permanecer atentos para evitar posibles accidentes.
Por supuesto, apenas unas horas después de su lanzamiento en EEUU, ya había noticias y vídeos de gente que no había seguido esa recomendación y habían provocado accidentes; en algunos casos incluso llegando a atropellarse a si mismos para probar el sistema.
En Europa no pasará algo similar, al menos de momento. Y es que, como apuntan en ForoCochesEléctricos, la versión de Smart Summon lanzada en modelos de Tesla vendidos en Europa está muy limitada.
Smart Summon funciona de manera similar en Europa; usando la app de Tesla para móviles, podemos mantener pulsado un botón para que el coche arranque y se dirija a nuestra localización. La diferencia está en la distancia a la que funciona el sistema.
Nuestro móvil tendrá que estar a seis metros de la posición del coche para poder activar la función; no solo eso, sino que en cada ocasión el coche sólo podrá circular 20 metros por si solo. Si no nos alcanza con esa distancia, se parará y tendremos que conducir el coche manualmente para reiniciar el contador.
Tesla ha justificado estas limitaciones culpando directamente a los organismos reguladores europeos y a las limitaciones que "han elegido imponer"; sin embargo, también indica que no todos los países las tendrán, aunque no está claro de a cuáles se refiere concretamente.
Este es sin duda un duro golpe para Tesla, que ve como otra de sus funcionalidades estrella es bloqueada en Europa; ya pasó lo mismo con el AutoPilot, que no es tan completo si lo usamos en España.