A finales de 2019, la ciudad china de Wuhan se convertía en el foco de origen del coronavirus, conocido científicamente como COVID-19. El resto del mundo era espectador de cómo China obligaba a sus ciudadanos a permanecer encerrados en sus casas para evitar que el virus se expandiese aún más.
Tras 50 días de cuarentena, la vida en China parece estar volviendo poco a poco a la normalidad. Pero, ¿cómo lo han hecho? ¿Qué ejemplos podríamos tomar de China para aplicarlos en un territorio europeo con cada vez más infectados?
Como es lógico, el personal sanitario ha tenido que librar una batalla titánica, sin embargo, no hemos de olvidar la relevancia que ha tenido la tecnología para superar la crisis en China. Analizamos las tecnologías que ha usado el gigante asiático para lograr detener el coronavirus.
Una app imprescindible
No teníamos duda alguna de que China es uno de los países más avanzados tecnológicamente, incluso podríamos aventurarnos a decir que posiblemente sea el líder mundial en dicho campo. No obstante, durante los últimos meses acaban de demostrar lo útiles que pueden llegar a ser dichas tecnologías en casos de extrema necesidad.
Empecemos por lo más "básico": los smartphones. Teniendo en cuenta que prácticamente cualquier persona dispone de un móvil, lo ideal para frenar una epidemia es comenzar por dichos dispositivos. Por esa precisa razón, durante toda la cuarentena han estado valiéndose de una app que permite tener controlados en todo momento a sus ciudadanos. Hace unos días os hablábamos de una app similar utilizada por Corea del Sur.
La de China funciona de un modo parecido. En ella, los ciudadanos deben rellenar algunos datos personales, explicar si tienen algún síntoma o si han estado en algún lugar afectado por la epidemia durante los últimos catorce días. En base a dichos datos, la app genera un código QR según el nivel de riesgo que tenga cada persona de contraer la infección se le asigna un color: rojo, amarillo o verde.
Esa misma aplicación también registra la ubicación de los usuarios, por lo que las autoridades pueden saber en todo momento si alguien infectado está moviéndose a sus anchas por la ciudad. Sí, sabemos que suena mal y que atenta contra las libertades individuales, pero dicho método asegura que las cuarentenas se estén cumpliendo correctamente, cosa que en España parece bastante más difícil de controlar.
Inteligencia Artificial
Dicha aplicación para smartphones ha sido de gran utilidad, sin embargo, no es ni mucho menos la única tecnología empleada. La Inteligencia Artificial ha sido otro de los pilares.
En este sentido, el Instituto de Investigación Damo Academy de Alibaba ha desarrollado un sistema de Inteligencia Artificial capaz de detectar casos de coronavirus mediante tomografías escaneadas a través de ordenador. Dicho sistema logra identificar las diferencias entre pacientes con coronavirus y con una neumonía ordinaria con una exactitud del 96 %.
Asimismo, en estaciones de metro, tren, aeropuertos y centros de servicios sociales de toda China se han desplegado sistemas automatizados para monitorizar la temperatura.
Éstos identifican, sin intervención humana, a las personas con temperaturas elevadas. Como ejemplo tenemos Megvii, un sistema capaz de examinar a 300 personas en un solo minuto, mientras que SenseTime, además de la temperatura, identifica a los que no llevan mascarilla puesta.
Robots y drones
Como es lógico, evitar el contacto físico entre individuos disminuye la posibilidad de que el coronavirus siga propagándose. Por ese motivo, los robots también han desempeñado un papel relevante durante los últimos meses en China.
Los robots de la firma china Keenon Robotics Co representan un ejemplo perfecto de lo que hablamos. Éstos han sido utilizados en varios hospitales de China por poder entregar alimentos, medicinas y otros productos en los pabellones de aislamiento mientras un operario les da instrucciones desde la distancia.
También debemos hacer mención al vehículo móvil de tomografía computerizada (TC) del Centro de Inspección de Salud Ping An. Éste incorpora una máquina de TC, por lo que permite diagnosticar el coronavirus sin la necesidad de estar en un hospital.
Y no nos olvidamos de los drones, dispositivos que han resultado de gran ayuda durante el brote de coronavirus en China funcionando de diversas maneras. Los de DJI, por ejemplo, se han usado tanto para recordar a la gente que deben permanecer sus casas como para pulverizar desinfectante en zonas potencialmente afectadas.
Para desarrollar dichas tareas, el gobierno chino les instaló altavoces, carteles e incluso cámaras térmicas para controlar la temperatura corporal. Del mismo modo, multitud de drones han sido empleados para vigilar determinadas zonas o transportar muestras médicas, como los MicroMultiCopter.
Ésta es solo una pequeña muestra de cómo China ha utilizado la tecnología para combatir el coronavirus. Sin duda, el éxito del país asiático a la hora de mitigar el virus debería servir como ejemplo a seguir para el resto de países que intentan combatir la epidemia.
Damas y caballeros, éste es el principal motivo por el que se desarrolla tecnología. Está muy bien poder hacerse selfies de gran calidad o tener altavoces inteligentes, pero lo verdaderamente importante es que nos sea de utilidad en momentos difíciles.