Aunque la luz se empiece a vislumbrar al final del túnel, el distanciamiento social y algunas medidas específicas seguirán rigiendo nuestro día a día irremediablemente. A las puertas de los dos meses de confinamiento general comienzan a plantearse medidas extraordinarias y, como de costumbre, la tecnología tendrá un papel importante.
Más allá de las mamparas en las playas o la absoluta higiene en las zonas comunes, también es necesario mantener una distancia prudencial cuando caminemos por la calle o cuando viajemos en el transporte público. Para ello, la compañía estadounidense Landing AI ha desarrollado un software con inteligencia artificial capaz de detectar cuándo y cómo se está manteniendo la distancia de seguridad.
Según los creadores, el desarrollo original estaba dirigido a empresas de sectores clave como el farmacéutico o la industria manufacturera. Pero ya se ha comprobado que puede emplearse de igual forma en entornos más abiertos como en plena calle.
Vigilará las calles
El detector de distanciamiento social de Landing AI es capaz de reconocer las figuras humanas en plena calle y realizar mediciones en tiempo real. La calibración, según recoge la propia compañía en su blog, es el primer paso a realizar. Como la cámara desde la que se detecta puede estar colocada en cualquier posición y ángulo, el sistema tiene que crear un mapa 'desde arriba' para controlar distancias reales sin influencia de la perspectiva.
Algo así como una vista de pájaro que logre mapear convenientemente el espacio. "El método de calibración más simple consiste en seleccionar cuatro puntos de la vista en perspectiva y asignarlos a las esquinas de un rectángulo en la vista de pájaro". Y, a partir de ese mapeo, comenzar a trabajar.
Una vez con la vista calibrara, el sistema de inteligencia artificial comenzará a aplicar el reconocimiento automático de peatones. Para ello, utilizan un sistema basado en Faster R-CNN, una red de detección de peatones de código abierto. Para no saturar los procesos y con el fin de agilizarlos lo máximo posible, se basan en reglas simples como que los humanos son más altos que anchos.
La prueba piloto que adjuntan en Landing AI corresponde con una calle cualquiera del centro de la ciudad de Oxford. En la parte izquierda del vídeo ocupando la mayor parte de la superficie podemos ver cómo el sistema es capaz de identificar los peatones colocándoles un rectángulo a cada uno de ellos. En verde, los que mantienen una distancia social segura y en rojo los que se encuentran demasiado cerca. En la parte derecha, podemos ver cómo el sistema coloca a los peatones en esa vista de pájaro y los va marcando en verde o rojo, según lo explicado anteriormente.
Entre los clientes de Landing AI, se encuentran algunas gigantes de la tecnología como el fabricante de electrónica Foxconn. Según los desarrolladores, la herramienta puede integrarse fácilmente en los sistemas de grabación y vigilancia actuales.
La asignatura pendiente pasa por ingeniar un sistema que permita avisar a los peatones cuando no estén manteniendo el distanciamiento social. En el entorno de una fábrica, puede hacerse sonar una alarma cuando dos o más trabajadores estén demasiado juntos, pero las cosas se complican al aire libre.
El sistema que usa Amazon
Uno de los secretos del éxito que Amazon ha conseguido cosechar en su historia se debe a la tecnología que emplea en sus almacenes. Un complejo sistema de logística capaz de saber dónde está cada producto y la mejor manera de llegar hasta él.
Con la crisis sanitaria mundial, también ha implementado un sistema basado en un software de machine learning para monitorizar las cámaras y determinar si sus trabajadores están a una distancia segura los unos de los otros, como informó Reuters. Se desconoce quién les ha proveído de esa tecnología o de si es un desarrollo propio de Amazon.
Del mismo modo y a parte de las medidas de protección en forma de guantes y mascarilla, Amazon ha implementado escáneres de temperatura para asegurarse de que ninguno de los empleados tiene fiebre. Unos dispositivos muy útiles que ya se encuentran instalados en algunas infraestructuras críticas como aeropuertos o en empresas privadas.