El ojo biónico creado por unos investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong es capaz de funcionar mejor que uno humano, otorgándole capacidades adicionales como la visión nocturna.
Hasta ahora, la mayoría de las prótesis están diseñadas para sustituir partes de nuestro cuerpo que hemos perdido, o que ya no funcionan correctamente. Nadie elige perder una pierna para poder ponerse una prostética, por ejemplo; el recambio es claramente inferior.
Pero los avances en prótesis son cada vez mayores, y la tecnología ha llegado a un punto tal que sería posible crear recambios superiores a los originales. En ese caso, ¿seríamos capaces de quitarnos una parte de nuestro cuerpo con el objetivo de mejorar?
Un ojo biónico que supera al real
No podremos dejar este debate a generaciones futuras: el último desarrollo de científicos de Hong Kong demuestra que la tecnología ya está llegando a tal punto, que pronto tendremos que decidir qué tipo de ser humano queremos ser; algunas personas, los llamados 'biohackers', ya lo han decidido.
El ojo biónico que han creado se asemeja sobre el papel a uno real: es una retina tridimensional, compuesta de una gran cantidad de nanocables sensibles a la luz, que cumplen la misma función que los nervios de una retina natural. Cada cable captura un píxel para crear una imagen. Estos sensores de luz están encapsulados en una cubierta de aluminio con una lente que permite pasar la luz.
El problema es que cada uno de estos cables tiene un grosor de un milímetro; eso es demasiado, y en un ojo convencional sólo se podrían introducir 100 cables, y por lo tanto la imagen resultante tiene sólo 100 píxeles. Por comparar, una retina normal tiene 10 millones de células detectoras de la luz por centímetro cuadrado.
La clave para este desarrollo ha estado en el uso de pequeñas agujas de metal, de entre 20 y 100 nanómetros de grosor, que a su vez están unidas a los nanocables. Es gracias a esto que la resolución se ha disparado hasta los 460 millones de sensores por centímetro cuadrado.
La visión nocturna es sólo el principio
En efecto, este ojo es capaz de 'ver' mucho mejor que el de cualquier persona; si de alguna manera nos lo pudiéramos poner, veríamos el mundo con una nitidez y un detalle asombrosos, y podríamos ver cosas que ahora pasan desapercibidas.
No solo eso, sino que podríamos ver en longitudes de onda mayores, pasando de un rango entre 400 y 700 nm a 200 y 800 nm; en otras palabras, podríamos ver las cosas como ningún ser humano es capaz.
Esto también puede abrir la puerta a la visión noctuna; los creadores del ojo afirman que es posible usar un material fotosensible para fabricar la retina artificial, y en ese caso podríamos ver la luz infrarroja. Por lo tanto, no sería muy diferente a cómo muchos animales pueden ver de noche.
Aunque por ahora este ojo no puede ser transplantado a una persona, es inevitable que en el futuro próximo eso sea posible.