Aunque parece que la pandemia ya va remitiendo en España, la situación vivida nos ha enseñado que no estamos en absoluto preparados para afrontar una situación similar a corto plazo. Los equipos de protección individual juegan un papel fundamental y los respiradores han sido clave para salvar miles de vidas.
De estos últimos y tras el inicio de la crisis sanitaria se han lanzado numerosos proyectos internacionales buscando crear respiradores más simples a la vez que asequibles para que se pudieran fabricar rápidamente y atender la demanda. Muchas empresas como Tesla pusieron parte de su fuerza industrial a fabricarlos y otras, como Fitbit, acaban de conseguir el visto bueno de la Agencia de Medicamentos y alimentación de Estados Unidos (FDA).
Lo ha hecho gracias al Fitbit Flow, un respirador de emergencia de bajo coste que se ha diseñado para atender a las necesidades de las alas de urgencias durante la crisis del COVID-19. "Fitbit ha aplicado su experiencia interna en el desarrollo avanzado de sensores y diseño de hardware para crear Fitbit Flow lo más rápido posible", según ha publicado la compañía en una nota de prensa.
El diseño está inspirado en el MIT E-vent y las especificaciones las han sacado del manual de Fabricación Rápida de Sistemas de Ventilación que publicó el Gobierno de Reino Unido el 20 de marzo de este año ante la rápida expansión del coronavirus.
"Vimos la oportunidad de reunir nuestra experiencia en el desarrollo y fabricación de sensores y en la cadena de suministro global para abordar la necesidad críticas y continua de ventiladores y ayudar a marcar la diferencia en la lucha global contra ese virus", ha declarado James Park, CEO y cofundador de Fitbit.
El Fitbit Flow cuenta con todo tipo de sensores e instrumentos para ofrecer información al sanitario encargado del paciente. Además, su desarrollo parte de la base de crear un dispositivo muy sencillo que no requiera de formación complementaria. Reduciendo de este modo la carga de trabajo de los sanitarios especializados en este tipo de respiradores.
El objetivo de Fitbit es aprovechar su infraestructura y la capacidad industrial de sus fábricas que actualmente sacan adelante producciones de millones de dispositivos todos los años para satisfacer a los clientes de la compañía. Según la misma nota de prensa, quieren suministrar el Fitbit Flow a los sistemas de salud de todo el mundo que no tengan suficiente número de ventiladores comerciales tradicionales, como pudiera ser el Vitae 40, fabricado en España.