Este coche eléctrico chino tiene marchas falsas ¿el punto intermedio que necesitamos?
Este Chery es un coche eléctrico chino con marchas falsas, palanca de cambios incluida, diseñado para las autoescuelas en un mercado en plena migración.
21 junio, 2020 20:28Noticias relacionadas
El cambio a los coches eléctricos será largo y complicado, no solo para la industria sino también para los propios conductores; este coche eléctrico chino puede ser la clave para facilitar esa transición.
Puede que en España los coches eléctricos sean poco menos que una curiosidad, pero en China ya han alcanzado cifras de ventas muy respetables; en buena parte gracias a los generosos subsidios del gobierno y a nuevos modelos inspirados en Tesla.
La transición a los coches eléctricos tiene la gran ventaja de reducir emisiones en las grandes ciudades; y por eso negocios que usan muchos coches, como autoescuelas, ya han cambiado toda su flota de vehículos.
El coche eléctrico chino para autoescuelas
Pero eso presenta un problema muy curioso: que los coches eléctricos y los de combustión tienen que convivir, y los conductores deben ser capaces de conducir ambos tipos.
Como explican en Jalopnik, eso supone que los conductores chinos deben aprender a conducir con marchas, incluso aunque quieran conducir un coche eléctrico que normalmente no las tiene. ¿Os acordáis que hemos dicho que las autoescuelas están comprando coches eléctricos? Seguro que ya véis el problema: las autoescuelas se verían obligadas a obtener también coches de combustión para enseñar a conducir con marchas.
La solución es el Chery New Energy eQ2, en su versión para autoescuelas, un coche eléctrico con marchas; o mejor dicho, con marchas falsas.
La genialidad de meter marchas falsas en un eléctrico
A simple vista, el New Energy eQ2 no se diferencia mucho de otros coches compactos baratos que ofrecen Chery y otros fabricantes chinos; y de hecho, está basado en el Cowin C3, con motor de combustión.
Lo llamativo es que, a diferencia de su 'hermano mayor', tiene baterías para hacer 400 kilómetros; parece mucho, pero eso es porque el motor eléctrico tiene una potencia de sólo 57 caballos. Lo realmente interesante es que, si nos fijamos en el interior, tiene una palanca de cambios y tres pedales.
Este coche tiene marchas falsas, que funcionan igual que las de un coche de combustión convencional. A la derecha en el cuadro de instrumentos tenemos un cuentarevoluciones, que tenemos que seguir para cambiar de marcha en el momento adecuado usando la palanca y el pedal del embrague; no están conectados a la transmisión del coche, así que en realidad no estamos haciendo nada cuando los usamos, pero eso no significa que no sirvan para nada.
Toda esta simulación del cambio de marchas la hace el propio coche, hasta el punto de que es posible 'calar' el coche si levantamos el embrague demasiado rápido. Y por supuesto, por los altavoces suena el ruido de un motor de combustión; sí, como hacen los BMW y otros coches de lujo para ocultar que sus motores ya no suenan tan impresionantes como antes.
Este es un vehículo muy especializado para una función concreta, y no tiene mucho sentido usarlo en el día a día, ¿o no? Puede que esto sea lo que necesite mucha gente para dar el salto a los coches eléctricos (o mejor algo parecido, no creemos que nadie esté interesado en este modelo en concreto).
Nos extraña que a ningún fabricante se le haya ocurrido meter marchas falsas en su coche, para ofrecer algo familiar a conductores acostumbrados a conducir con ellas.