Los helicópteros blancos y verdes son una seña de identidad de la Guardia Civil en diferentes eventos deportivos, como en la Vuelta a España, y en otros asuntos menos simpáticos como la lucha contra el narcotráfico en operativos contra el tráfico ilegal de personas. Estas aeronaves, denominadas de 'ala móvil', sirven de apoyo a las unidades de tierra y tienen un papel fundamental en las misiones más complejas que requieren de unas características específicas que solo estos aparatos pueden dar.
Pero dentro de la Benemérita también tienen una pequeña flota de aviones con el mismo cometido de apoyo pero con tareas totalmente opuestas. Los aviones cuentan, por norma general, con un autonomía de vuelo mucho mayor, la capacidad de volar a más altitud -para evitar ruidos indiscretos- y el equipamiento de más dispositivos a bordo. Perdiendo a su vez flexibilidad a la hora de operar en lugares complejos, vuelo a baja altitud y vuelo estático.
Tanto la flota de helicópteros como la de aviones pertenecen al Servicio Aéreo de la Guardia Civil. La Unidad fue creada en el año 1973 como Servicio de Helicópteros y tras miles de horas de vuelo y casi medio siglo a sus espaldas siguen vigilando el país.
El 'desconocido' CASA CN-235
El Instituto Armado cuenta con una flota de dos aviones CASA CN-235 de fabricación española. La antigua CASA (Construcciones Aeronáuticas S.A.) fue el principal constructor de aeronaves de España en la década de los 70 hasta que en 1999 se incorporó al grupo EADS, ahora llamado Airbus Group. Desde su creación en 1923, ha fabricado alguno de los aviones españoles más importantes icónicos, como el CASA C-101 de la Patrulla Águila, y con más éxito de todo el mundo. Entre los que se encuentra el modelo empleado por la Guardia Civil.
Se trata de un avión bimotor turbohélice de alta alta diseñado para efectuar tareas de vigilancia marítima y de transporte táctico para ejércitos y fuerzas de seguridad de todo el mundo. Levantó el vuelo en 1983 aunque las primeras unidades tuvieron que esperar 3 años más para ser enviadas a sus clientes. Entre ellos, se encuentran cuerpos militares de Arabia Saudita, Botsuana, Brunei, Camerún, Chile, Colombia, República del Congo, Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Costa de Marfil, Estados Unidos, Francia y, por supuesto, España.
También se han fabricado algunas versiones de pasajeros para aerolíneas; entre las que destacan Binter Canarias y Binter Mediterráneo. Esta versión comercial no ha sido la que más éxito ha reportado a CASA, todo lo contrario a la militar. Además, el desarrollo del CASA CN-235 se llevó a cabo junto con Indonesian Aerospace, la compañía nacional aeroespacial de Indonesia, aunque la mayoría de las más de 200 unidades fabricadas salieron de España.
La variante de la Guardia Civil se denomina comercialmente Persuader y tiene un equipamiento especial para la vigilancia marítima con cámaras y sensores en el exterior. Entre estos extras se encuentra el sistema FITS (Fully Integrated Tactical System o Sistema Táctico Integrado Completo) que proporciona todos los dispositivos para el control fronterizo, servicio de salvamento y para la propia vigilancia marítima. Este mismo sistema puede adaptarse también para ser empleado en guerra antisubmarina, guerra antisuperficie y en inteligencia de señales, aunque los dos aparatos de la Guardia Civil no cuentan con ello. El Servicio Aéreo de Rescate del ejército cuenta con algunas unidades de CASA CN-235 equipados con el FITS.
Este mismo sistema está instalado en algunos aviones CASA de los Guardacostas de Estados Unidos así como en el Lockheed P-3B Orion, donde también se puede adaptar. En cuanto a especificaciones técnicas del avión y con cambios ligeros dependiendo de la versión, el C-235 tiene una capacidad de carga de casi 6 toneladas, un peso máximo al despegue de 16,5 toneladas, una velocidad máxima de crucero de 236 nudos y con un alcance que va desde los 3.000 kilómetros (con carga típica de 4.000 kilogramos) a los 5.000 en modo máximo alcance.
La primera unidad de la Guardia Civil comenzó su actividad en 2008 y poco tiempo después recibió la segunda. Según el mapa de despliegue del Servicio Aéreo que publica la Guardia Civil en su web, los CASA C-235 se encuentran basados en Madrid y podrán emplear cualquier base del Ejército del Aire. Aunque en el BOE del 22 de octubre de 2008, en el que se regula la puesta a punto del C-235, se menciona el desplazamiento de una unidad en la base periférica de Gando, que comparte pista con el Aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria. Básicamente, los CASA de la Guardia Civil pueden moverse por todo el territorio nacional para operar allí donde haga falta las 24 horas del día los 365 días del año.
¿Próximo avión ligero?
Una de las demandas del Servicio Aéreo de la Guardia Civil en las que más se ha hecho hincapié en los últimos tiempos es en la necesidad de incorporar un avión ligero más flexible y barato de operar que el CN-235, que ya cuenta con un tamaño considerable.
La experiencia dicta que la aplicación de estas aeronaves es muy positiva para la vigilancia marítima pues ya estuvieron patrullando la zona del Mar de Alborán en la operación Frontex, llevada a cabo por la Unión Europea. Desde el 2017 se lleva tratando el tema que tiene un presupuesto de 8,7 millones de euros. Por el momento no se conoce mucho más sobre el tema, pero parece que no será un nuevo C-235, debido a que el coste unitario de esta aeronave asciende a unos 25 millones de euros.