Si somos tan afortunados de tener jardín en nuestra casa, es probable que sea un punto de mala conexión WiFi. Normalmente, cuando pensamos en montar la instalación del WiFi en nuestra casa, pensamos solo de puertas para adentro dejando los patios y espacios al aire libre en un segundo plano.
Con el buen tiempo, sacamos las sillas, la mesa y nuestro dispositivo electrónico al jardín con el fin de aprovechar el buen tiempo. Y es ahí cuando nos damos cuenta de que bien la cobertura es muy mala y no permite navegar decentemente o simplemente la conexión no llega.
Existen varios métodos para poder tener la mejor conexión en toda nuestra casa y depende mucho del tamaño y tipo de jardín que tengamos. Para patios o jardines la cosa se simplifica bastante respecto a grandes superficies. Antes de nada, es conveniente que echemos un ojo a nuestro router, porque es posible que aplicando algunas técnicas de mejora podamos arañar algo de cobertura.
Amplificador para jardín pequeño
El primero de los escenarios que vamos a tratar es el del jardín pequeño y aplicable de igual forma para terrazas grandes patios. Esta primera aproximación a mejorar la cobertura del WiFi pasa por instalar un amplificador.
Estos pequeños aparatos se pueden conectar en cualquier enchufe de la casa y harán de enlace con el WiFi principal emitido por el router. Crearán entonces una red extra que tendremos que seleccionar de forma manual cuando nos encontremos en el patio o jardín.
Las principales marcas cuentan con aplicaciones que nos aconsejan sobre dónde colocar el amplificador, pero como normal general nos puede servir una zona en la que la cobertura del WiFi del router caiga a la mitad de las 'rayitas' del móvil. Si nos vamos más lejos el repetidor nos ofrecerá una conexión notablemente más lenta y si lo colocamos más cerca estaremos perdiendo rango de acción.
Mucho cuidado con la instalación de estos repetidores en exteriores pues no suelen estar certificados para aguantar a la intemperie y los podemos romper fácilmente si están sometidos a mucho calor, a salpicaduras con agua o a frío.
Estos extensores de WiFi están en prácticamente todos los rangos de precio. Desde menos de 20 euros a más de 100. Dependerá de la potencia del repetidor, de funcionalidades extra que puedan equipar y de soporte para tecnologías nuevas como el WiFi 6.
WiFi para toda la parcela
Subimos de escalón hacia un jardín más amplio donde un amplificador WiFi se queda corto para cubrir toda la extensión. Para este cometido lo mejor es recurrir a la instalación de una red de WiFi en malla (WiFi mesh, en inglés). Este tipo de conexión permite movernos libremente por toda la extensión sin preocuparnos por seleccionar la conectividad WiFi pues será la propia infraestructura la que gestiones quién debe proporcionar internet a cada dispositivo.
Si nos planteamos este escenario y el jardín es suficientemente grande, podemos optar por instalar un par de dispositivos y cubrir así el mayor rango posible. Al igual que en el caso de los repetidores, los dispositivos para WiFi mesh cuentan con aplicaciones para la gestión de la conexión y, actualmente, son realmente sencillos de instalar.
La principal ventaja de esta tecnología respecto a la anterior es que con el mesh creamos una auténtica malla de conexiones WiFi que rendirán mejor si nos movemos por nuestro jardín. Lo consiguen utilizando la instalación de red eléctrica de nuestra casa para conectarse entre los diferentes puntos hasta el router conectado a internet.
También hay que tener en cuenta que muchos de estos dispositivos no están preparados para la instalación en exteriores, algo que debemos mirar si los vamos a conectar en algún enchufe fuera de casa.
Este tipo de soluciones son más caras que los amplificadores en cambio ofrecen mejores resultados cuando necesitamos hacer instalaciones en casas enteras con paredes de por medio o diferentes alturas. Por ejemplo, un set estándar con un par de dispositivos suele estar entre 160 y 220 euros.