El simple cambio que puede reducir las muertes de aves por turbinas eólicas
Un sencillo cambio en las turbinas eólicas podría ayudar a reducir en España las muertes de miles de aves que se chocan cada año con aerogeneradores.
30 agosto, 2020 10:42Noticias relacionadas
Los ciudadanos españoles están cada vez más concienciados de la necesidad de apostar fuerte por las energías renovables, ya que la contaminación cada vez provoca más efectivos negativos sobre nuestro planeta.
Sin embargo, no todo son ventajas con este tipo de energías, pues algunas también tienen su talón de Aquiles. El ejemplo perfecto lo tenemos en la generación de energía eólica mediante turbinas o aerogeneradores.
Según un estudio del Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de los Estados Unidos, dichas estructuras provocan cada año la muerte de entre 140.000 y 500.000 aves. No obstante, se ha descubierto que un simple cambio podría reducir las colisiones de las aves con las turbinas.
Pintar de negro las turbinas
Una investigación realizada en el parque eólico de Smola, ubicado en Noruega, revela que la solución para evitar esas muertes podría ser tan fácil como pintar una de las tres palas de la turbina de color negro.
Al hacerlo, se facilita que las aves vean mejor las turbinas, por lo que es mucho más complicado que terminen chocándose. Los investigadores explican que la medida les sirvió para reducir la tasa de mortalidad de manera drástica.
En concreto, las turbinas con una pala pintada de negro registraron un 70 % menos de muertes de aves que las turbinas vecinas con las tres palas en el tradicional color blanco.
¿Qué implica este descubrimiento?
Lo que han bautizado como "pintura de contraste" podría servir para instalar turbinas y crear multitud de parques eólicos en lugares en los que hasta ahora estaba terminantemente prohibido precisamente por el peligro que suponía para las aves del hábitat en cuestión.
Sin duda, se trataría de una excelente noticia para los que apoyan darle un empujón a la energía eólica, pues podrían acelerarse los procesos de autorización para el despliegue de parques eólicos, acabando así con una de sus grandes trabas.
La investigación de estos científicos noruegos ha requerido diez años de recopilar datos, por lo que las cifras relativas a la tasa de mortalidad parecen bastante fiables. Aún así, los expertos invitan a otros investigadores del mundo a replicar el estudio en otros países para comprobar si los resultados pueden generalizarse.
Como es lógico, no resulta ni fácil ni barato pintar las palas de turbinas que ya han sido instaladas, por lo que los científicos indican que lo ideal sería pintarlas antes de montar la estructura, reduciendo bastante el gasto.
Resulta curioso que uno de los grandes problemas de las turbinas pueda resolverse tan fácilmente. ¿Conseguirá esta noticia que la energía eólica pase a contar con una todavía mayor importancia?