2020 va camino de hacer realidad las peores películas sobre futuros distópicos y ciencia ficción; el último paso en esa dirección lo vemos en el uso de perros robóticos para patrullar bases militares de manera autónoma, para detectar y capturar intrusos.
Ese es el último experimento organizado por las Fuerzas Aéreas de los EEUU, en el que unos robots de cuatro patas y similares a un perro han realizado varias tareas ordenados o controlados directamente por soldados.
Este es sólo un ejemplo de cómo los robots ya están siendo usados por los militares, por el momento para tareas secundarias y no en combate; pero da la impresión de que es cuestión de tiempo de que veamos esta tecnología en el campo de batalla.
Los perros robóticos de los militares
A simple vista, estos robots se parecen mucho a los desarrollados por Boston Dynamics; sin embargo, la startup (que en su día fue parte de Google) prometió que no iba a vender ningún robot para tareas relacionadas con el daño a personas, lo que en teoría incluye los usos militares.
Pero las apariencias engañan. En realidad el fabricante de estos robots es una empresa llamada Ghost Robotics, que a juzgar por sus productos, que incluyen un vehículo de combate autónomo, no tiene tantos problemas en vender robots a los militares.
El protagonista de la última prueba es el Vision 60, un robot cuadrúpedo que es capaz de funcionar por su cuenta para cumplir una serie de tareas, entre las que se encuentran inspección remota de sitios, obtención de inteligencia, vigilancia, misiones de reconocimiento, creación de mapas, distribución de comunicaciones y seguridad en general.
Estos robots son "casi imparables" según Ghost Robotics, al contar con un diseño modular que les permite montar diferentes tipos de patas y módulos para diversas misiones y tipo de terreno. Por ejemplo, pueden ser enviados para crear mapas de zonas no exploradas, y enviar esa información al comando de ataque.
Starlink de Elon Musk implicado
Estos perros robóticos forman parte de ABMS (Advanced Battle Management System) el nuevo sistema digital de control sobre el campo de batalla usado por las diversas ramas del ejército de los EEUU y sus aliados.
Con ABMS es posible compartir datos y órdenes entre todos los participantes de una operación; para ello se pueden usar redes 5G, 4G, o incluso Internet por satélite. Este último caso ya se ha probado con la colaboración de SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, que procuró comunicaciones a ABMS usando su red de satélites Starlink.
El futuro de la guerra pasa por ABMS y el uso de tecnologías como robótica y realidad virtual para ejecutar operaciones de manera rápida y más segura, al menos para los soldados estadounidenses.