El dron del Ejército del Aire que vigila España a 15.000 metros
El Ejército del Aire cuenta ya con 2 unidades de las 4 encargadas del UAV Predator B, un dron estadounidense diseñado para realizar tareas de inteligencia.
16 septiembre, 2020 00:52Noticias relacionadas
Compartiendo pista con los cazas de la base militar de Talavera la Real (Badajoz) tenemos los nuevos drones del Ejército del Aire. Estas aeronaves no tripuladas, de las que España ha recibido ya 2 de las 4 unidades pedidas en 2015, se encuentran en pleno proceso de prueba por parte de pilotos y personal que velarán la seguridad nacional de forma remota.
Los drones se han convertido en los mejores aliados de las fuerzas aéreas de todo el mundo. Existen de todo tipo y abarcan desde los usos más básicos de minidrones para vigilancia hasta auténticas aeronaves capaces de interponerse entre un misil y un caza tripulado para evitar males mayores.
El Predator B, como así se llama el nuevo dron del Ejército del Aire, es el primer UAV (Unmanned Aerial Vehicle, vehículo aéreo no tripulado) de ataque diseñado para la vigilancia de larga duración y gran altitud. Las otras ramas de las fuerzas armadas cuentan con algunos modelos de drones. La más nutrida de estos aparatos es el Ejército de Tierra con una variedad que van desde aeronaves muy pequeñas a verdaderas 'moles' de 8 metros de envergadura y 500 kilogramos.
El dron de inteligencia del Ejército
Fabricado por General Atomics Aeronautical Systems, empresa con sede en Estados Unidos, el MQ-9 Predator B levantó por primera vez el vuelo en febrero de 2001 como una de las principales apuestas de drones por parte del ejército del país norteamericano.
Su éxito se probó en campañas como la extinción de incendios forestales de California del año 2007 para la que la aeronave sirvió para la vigilancia del terreno quemado y sus imágenes fueron clave para la toma de decisiones.
Ese mismo año fue un paso más allá. En septiembre la USAF (Fuerza Aérea de los Estados Unidos) desplegó el Predator B en Irak con excelentes resultados. Aunque no hay información oficial, todo apunta a que Qasem Soleimaní, el comandante iraní asesinado por las fuerzas armadas de Estados Unidos a principios de año, fue alcanzado con misiles lanzados desde un Predator B.
Los Predator B del Ejército del Aire se encuadran dentro del Ala 23, la encargada de formar a los pilotos de caza con el incansable sexagenario F-5. A partir de ahora ambas aeronaves compartirán pista con los aviones civiles que aterricen en el aeropuerto de la ciudad extremeña. Desde que se recibiera la primera unidad a finales de 2018, España se sumó a una amplia lista de países que llevan con unidades varios años. Por ejemplo y a parte de Estados Unidos, tienen Predator B Reino Unido, Italia y Francia.
En cuanto a especificaciones, este dron es de los más avanzados en la actualidad a pesar de tener casi dos décadas a sus espaldas. Posee una autonomía que puede superar las 27 horas de vuelo, una altitud máxima de 50.000 pies (superior a la de cualquier avión de pasajeros convencional, exceptuando algunos reactores privados), un peso en vacío de 2.223 kilogramos y un peso máximo al despegue de 4.780 kilos.
El resto de especificaciones técnicas se completan con un radio de acción de 1.850 kilómetros, una velocidad máxima de 482 kilómetros por hora y una de crucero que oscila entre 276 y 313 kilómetros por hora. Con una longitud de 11 metros y una envergadura de 20, se necesita un piloto y un operador para volar el dron.
El Predator B que ha encargado el Ejército del Aire de España se empleará para la vigilancia. Un terreno el que el dron tiene ya cierto prestigio. Por poner algunos ejemplos de vigilancia, el dron ya ha sido utilizado por la NASA, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y por el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza; todas ellas instituciones de primerísimo nivel en Estados Unidos.
El dron se ocupará del segmento de vigilancia para misiones ISR (Inteligencia, Búsqueda y Reconocimiento; en sus siglas en inglés). El contrato por los 4 drones junto con todo el equipamiento accesorio (zonas de control, pilotaje...) ascendió a 158 millones de dólares en los que también se incluye el equipamiento extra que el Ejército del Aire ha decidido instalar.
Estos extras recogen varios sistemas MTS (Multi-Spectral Targeting System) desarrollados y fabricados por Rytheon que se instalarán en cada una de las aeronaves. Gracias a él el Predator B ofrece vigilancia de largo alcance, adquisición de objetivos, seguimiento, búsqueda y designación láser para objetivos. Cuentan también con "múltiples campos de visión [infrarrojo y espectro visible], zoom electrónico, seguimiento de vídeo y están diseñados para futuras actualizaciones", según publica la propia compañía.
Dron atacante y espía
Aunque la versión española no prevé la instalación de misiles, el Predator B puede equiparlos. En concreto, pueden anclarse misiles aire-aire AIM-92 Stringer de fabricación estadounidense de corto alcance y 14 misiles aire-tierra AGM-114 Helfire. Entre el armamento 'pesado', nos encontramos con la posibilidad de acarrear bombas GBU-12 Paveway II guiadas por láser y las JDAM guiadas por GPS.
La aeronave levantó por primera vez el vuelo en el 2001 y no fue hasta unos años después cuando de verdad se puso al mando en misiones reales de forma oficial. Una de las más destacadas es la utilización por parte del NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) para la vigilancia de tornados y otros fenómenos metereológicos importantes.
La NSA, uno de los organismos de inteligencia más importantes de Estados Unidos, cuenta con varias unidades del Predator B dedicadas al control fronterizo. En un primer despliegue, la NSA vigilaba la frontera con México donde el dron participó en muchas detenciones así como en diversas operaciones contra narcotraficantes. Poco tiempo después, también dispuso otro dron en la frontera norte con Canadá.