Demasiada basura espacial: así eliminará Europa los restos de satélites
Una suerte de 'camión de la basura' espacial recogerá un objeto a varios centenares de kilómetros de altura en 2025 para luego quemarse en la reentrada a la atmósfera.
3 diciembre, 2020 02:40Noticias relacionadas
La imparable cadencia de lanzamientos espaciales está convirtiendo las órbitas terrestres en auténticas autopistas en plena operación salida. Hace unas semanas que España falló en el intento de lanzar uno, pero prácticamente a diario están despegando cohetes con satélites de todo tipo a bordo.
De seguir así durante muchos años y olvidando recoger los satélites inservibles se llegará a un punto en el que se tendrá que limitar el lanzamiento. Por suerte, ya existen iniciativas públicas que abogan por la autodestrucción de los satélites y compañías que optan por eliminar los satélites en órbita que ya no sirven enviando dispositivos a rescatarlos. Dos formas de liberar órbitas ocupadas innecesariamente.
Bajo esta premisa, la Agencia Espacial Europea (ESA) acaba de firmar un contrato de 86 millones de euros con la compañía suiza ClaearSpace. Una empresa fundada en 2018 "al darse cuenta de que el servicio en órbita y la eliminación de desechos espaciales son vitales para el futuro de la exploración y las operaciones espaciales", según indican en su web.
Limpiar el espacio
Este contrato de la ESA pretende eliminar el Vespa (Vega Secondary Payload Adapter), un adaptador secundario de carga útil que se emplea en los lanzadores Vega, el mismo modelo que se destruyó con el satélite español Ingenio en sus entrañas. Tiene capacidad par albergar un satélite de hasta 1.000 kilogramos y 600 de carga útil en el compartimento secundario. Este dispositivo de transporte está en órbita desde el 2013 y se dejó originalmente a unos 800 kilómetros de altura.
ClearSpace, tras el acuerdo firmado con la ESA, será el encargado de deshacerse del Vespa. La operación se llevará a cabo, si todo va según lo planeado, en el año 2025 y será más compleja de lo esperado.
El ClearSpace-1 (como así han denominado a su sistema) se lanzará primero a una órbita a 500 kilómetros de altura respecto a la superficie terrestres. Allí, la compañía lo pondrá en marcha y realizará todas las pruebas pertinentes antes de elevarse a capturar al Vespa. Por tamaño y peso (unos 100 kilogramos) el Vespa tiene unas medidas similares a las de un satélite convencional, por lo que sirve para que ClearSpace acumule experiencia en esta tarea de cara al futuro.
De esta forma, el invento de la compañía suiza atrapará con unos brazos robóticos la basura espacial y emprenderán juntos el viaje de vuelta a la Tierra. En el momento de la reentrada y debido a la fricción con el aire atmosfético, ambos objetos se quemarán y desintegrarán antes de llegar a la superficie. Un método que promete terminar con la enorme cantidad de basura espacial que campa a sus anchas en alrededor de la Tierra.
"ClearSpace-1 demostrará la habilidad técnica y la capacidad comercial para mejorar significativamente la sostenibilidad a largo plazo de los vuelos espaciales", apuntan desde la ESA. El proyecto se llevará a cabo en parte gracias a la financiación de compañías privadas interesadas en la tecnología que complementarán los 86 millones del acuerdo con la Agencia Europea.
¿Demasiados satélites?
"El problema de los desechos espaciales es más urgente que nunca. Hoy tenemos casi 2.000 satélites en activo y más de 3.000 fallidos", según declaró Luc Piguet, fundador y CEO de ClearSpace. Una cantidad que asciende si tenemos en cuenta el total de objetos (que no tienen por qué ser satélites) que orbitan alrededor del planeta. Según la ESA, "unos 23.000 objetos permanecen en el espacio y son rastreados regularmente", pero seguro que hay más que pasan desapercibidos.
A todo eso hay que sumar las previsiones de incremento de lanzamientos en los próximos años y las constelaciones de satélites, como la que compone Starlink de SpaceX. Estas últimas, aunque en órbitas bajas, ya cuentan con los permisos de las autoridades para el lanzamiento de miles de estos pequeños satélites. Una configuración, pero a menor escala, es la que tiene como objetivo lanzar la 'NASA catalana' con el fin de monitorizar la comunidad autónoma con un total de seis satélites.
"En los próximos años, la cantidad de satélites aumentará en un orden de magnitud, con múltiples constelaciones compuestas por cientos o incluso miles de satélites en la órbita baja para brindar servicios de monitoreo y telecomunicaciones de baja latencia y amplia cobertura", recalca Piguet. "Es evidente que se necesita de un 'caminón de remolque' para liminar los satélites fallidos de esta región con tanto tráfico".
En esto coinciden también muchos científicos dedicados a la exploración espacial. La enorme cantidad de satélites en órbita suelen dejar inservibles a algunos telescopios. La propia SpaceX lo sabe y ha prometido que reducirá la contaminación lumínica de sus satélites de Starlink lo que permitirá la correcta observación del firmamento.