La innovación en el mundo de los yates de lujo parece que no tiene fin. Las facturas astronómicas que pagan sus propietarios, de los que hay bastantes en España, proporcionan el dinero suficiente a las navieras para crear auténticos hoteles de lujo flotantes. Y con mejoras tecnológicas tan rompedoras como interesantes.
Una de las casas de diseño de yates más famosa del mundo es Red Yacht, una compañía con sede en Estambul, que cuenta en su catálogo con diseños del más alto nivel tanto estético como de innovaciones en el terreno de propulsión.
Probablemente el más llamativo de todos los que ofrecen sea el Ice Kite. Un 'híbrido' entre barco a motor y velero que usa una cometa para propulsarse cuando el viento sopla.
Barco con cometa
Ser el feliz poseedor de un yate de más de 60 metros de eslora (64, para ser rigurosos) no está reñido con intentar cuidar el medioambiente. Parte de la responsabilidad de ello recae en la exclusión de un motor diésel-eléctrico tradicional como el que se puede encontrar en el resto de yates. El Ice Kite "combina la navegación con cometas con un casco de baja resistencia y un consumo óptimo de motores diésel", según recoge Red Yacht.
Desde los planos, la intención del equipo de arquitectos navales ha sido la de crear un yate lo más ecológico posible. Uno de los desafíos ha sido el diseño del casco, que visto lateralmente se asemeja más al de una lancha -mucho más esbelta- que al formato tradicional del resto de yates. "Está diseñado para ser eficiente en todo el rango de velocidades y no solo en un intervalo de velocidad cercano a la velocidad máxima".
Lo logran gracias a las entradas en la línea de flotación, una alta relación de esbeltez y un área de superficie reducida. Esto último debido especialmente a la forma redonda del casco
Los 64 metros de eslora se acompañan con los 10,8 metros de manga que recogen las 450 toneladas de desplazamiento. La superestructura está fabricada en carbono y el casco de la embarcación en aluminio.
A pesar de contar con la cometa, ésta no será suficiente como para impulsar al barco por sí sola. Debido a eso, el Ice Kite cuenta con un par de motores fabricados por MAN con una potencia de 1.000 caballos cada uno, que lo hacen navegar a una velocidad máxima de 17,4 nudos.
Pero un yate de este tipo no sería nada sin un interior en consonancia con el lujo. Los 475 metros cuadrados dan para mucho en un barco, donde el espacio se aprovecha al máximo. Por ejemplo, cuenta con un salón con capacidad para 12 comensales, una zona de bar, helipuerto y zona de barbacoa.
También dispone de cuatro camarotes para un total de 10 personas y uno extra para el propietario, a modo de suite de lujo, que tendrá acceso independiente desde la cubierta principal, baños privados, vestidores, una oficina y una sala de estar. Se desconoce el precio y quién será el afortunado que lo estrene.
Buques veleros
A pesar de que el viento ha acompañado a las embarcaciones durante siglos, las velas habían pasado a un segundo plano en la navegación marítima relegándolas a embarcaciones de recreo. Pero esto está a punto de cambiar.
En un afán de aprovechar al máximo cada gota de combustible, los ingenieros navales se han dado cuenta de que puede ser una excelente idea emplear velas en el transporte marítimo de mercancías. Uno de los proyectos más avanzados, en el que han trabajo un par de españoles, está diseñando un carguero que cuenta con 5 velas para impulsarse.
Al igual que el Ice Kite, el poder de propulsión del viento se complementa con un motor de combustión tradicional que consiga mover al barco cuando así se requiere. Como en la ausencia total de viento o en las maniobras delicadas en la aproximación a puerto.
También te puede interesar...
- Este megayate eléctrico con forma de cisne parece sacado de una película de James Bond
- Este yate de madera y fibra de carbono mezcla tecnología con tradición
- El nuevo yate que funcionará solo con hidrógeno
- El superyate ecológico con spa y gimnasio que ahorra un 30% de combustible
- Pegasus VBJ, el jet privado que se convierte en helicóptero para aterrizar en tu jardín