Este parche mide la glucosa, la tensión arterial y sabe hasta si vas borracho
Un wearable en forma de parche es el último invento de la Universidad de California San Diego para la monitorización de pacientes con diabetes o hipertensión.
17 febrero, 2021 00:49Noticias relacionadas
El mundo de los wearables no ha hecho sino impulsarse en este último año de pandemia. Los añadidos para la salud con los que cuentan los más avanzados pueden incluso anticipar alguno de los síntomas de la Covid-19, que tan fuerte ha sacudido a España. Y la innovación no ha hecho más que empezar.
Desde los primeros relojes y pulseras inteligentes en las muñecas de medio mundo, estos pequeños dispositivos se han lanzado a protagonizar otras partes del cuerpo para aplicaciones mucho más específicas.
Especialmente importantes en este campo han sido los sistemas electrónicos flexibles, capaces de adaptarse a cualquier zona del cuerpo y dejando atrás las placas base rígidas que, en según qué circunstancias, se convierten una molestia. En esta línea, un equipo de científicos de la Universidad de California San Diego ha desarrollado un parche cutáneo capaz de analizar algunas métricas esenciales para el cuerpo humano.
El parche de la salud
El wearable flexible ha sido desarrollado por un equipo de nanoingeniería de la universidad y puede analizar factores determinantes para algunas personas. En concreto, puede recoger datos de la presión arterial y de las pulsaciones por minuto a la vez que hace mediciones de los niveles de glucosa en sangre, así como de lactato, de alcohol y de cafeína.
Es, según sus creadores, el primer dispositivo capaz de medir la salud cardiovascular del usuario y analizar los niveles bioquímicos del cuerpo humano. Todo al mismo tiempo y centralizado en un mismo lugar.
"Este tipo de wearable puede ser muy útil para que las personas con afecciones médicas subyacentes controlen su propia salud de forma regular", ha declarado Lu Yin, un estudiante de doctorado en nanoingeniería de la Universidad de California San Diego y coautor del estudio sobre el wearable. "También puede servir como una buena herramienta de pacientes en remoto, especialmente durante la pandemia de Covid-19, cuando las personas minimizan las visitas en persona a la clínica".
Estas biométricas que analiza el parche cobran un especial protagonismo en estos tiempos. La diabetes y la hipertensión se han establecido como dos de los factores de riesgo más importantes ante la Covid-19. Una combinación que puede resultar fatal. En esta línea, también puede emplearse para detectar sepsis, que se caracteriza por una disminución de la presión arterial y un rápido aumento del nivel de lactato.
"La novedad aquí es que tomamos sensores completamente diferentes y los fusionamos en una única plataforma", ha declarado Joseph Wang, profesor de nanoingeniería en la Universidad de California San Diego y coautor del estudio, a Eurekalert. "Tan pequeño como un sello", ha recalcado.
Apunta también a que el parche es un método nada invasivo para el paciente que lo lleva puesto. "Se puede recopilar información sin causar molestias ni interrupciones en la actividad diaria". Desde luego una de sus grandes ventajas respecto a los otros métodos de análisis que están extendidos actualmente.
En las pruebas de laboratorio que han realizado los investigadores, se ha sometido a los sujetos de estudio a diferentes escenarios con el fin de realizar un seguimiento de los biomarcadores. Como por ejemplo a hacer ejercicio en una bicicleta estática, comer alimentos con altos niveles de azúcar, tomar bebidas alcohólicas y otras con cafeína.
El análisis devuelto por el parche, según recogen los estudios de los investigadores, coinciden con los dispositivos de monitoreo tradicionales. Los que hasta ahora se emplean para realizar mediciones de estos parámetros.
¿Cómo funciona?
El sensor de presión arterial se sitúa en el centro del wearable y está compuesto por pequeños emisores de ultrasonidos, que se conectan al parche mediante un hilo conductor. Se aplica un voltaje -indetectable para el usuario- y los emisores emiten este tipo de onda que rebotan contra la arteria. La onda se recibe en el sensor y se transforma en una lectura de presión arterial.
Por su parte, tiene instalados dos electrodos que hacen las funciones de sensores químicos. El que se encuentra más a la derecha es el que se dedica a analizar el lactato, la cafeína y el alcohol. Para ello libera pilocarpina, un medicamento que se pone sobre la piel y estimula el sudor; a partir del cual se detectan esas sustancias.
El segundo sensor del que dispone el wearable se sitúa en el lado izquierdo y su funcionamiento se basa en pasar una corriente eléctrica a través de la piel -de nuevo imperceptible por el usuario- para liberar líquido intersticial. A partir de ese líquido se puede medir la glucosa.
El siguiente paso, según los propios científicos, es el de desarrollar una nueva versión del parche y añadir más sensores. "Existen oportunidades para monitorear otros biomarcadores asociados a diversas enfermedades. Buscamos agregar más valor clínico a este dispositivo", ha dicho Juliane Sempionatto, una estudiante de doctor en nanoingeniería en el laboratorio de Wang.