El contenido que sea calificado como "terrorista" tendrá que ser eliminado de Internet en sólo una hora. Ese es el nuevo requerimiento aprobado hoy en Bruselas por el Parlamento Europeo, en un movimiento que ha recibido críticas de algunos defensores de la libertad de expresión.
Este es el último paso de una saga que ya dura años, y que empezó en medio de una ola de ataques del grupo terrorista ISIS en toda Europa; en respuesta, los legisladores europeos prometieron una nueva legislación para evitar la creación y formación de células terroristas.
El contenido extremista disponible fácilmente en Internet fue uno de los objetivos de este impulso, que ahora se ha traducido en nueva legislación sobre las publicaciones en toda la red de redes.
Contenido extremista en Internet
La nueva ley afecta principalmente a los proveedores de contenido, y no tanto a los usuarios finales; por lo tanto, son las empresas que alojan publicaciones, incluyendo servidores de páginas web y redes sociales, las que tendrán que seguir la nueva reglamentación.
Una vez que estas empresas reciban el aviso de que están alojando "contenido terrorista", tendrán sólo una hora para eliminarlo o deshabilitar el acceso. Este aviso podrá ser recibido de las autoridades de cualquier país de la Unión Europea, y si no cumplen, las empresas se enfrentan a cuantiosas multas, que dependerán de la gravedad del incumplimiento y el tamaño de la compañía responsable.
Censura previa
En respuesta a los miedos de que esta ley pueda fomentar la censura, las nuevas reglas eximen a los proveedores de monitorizar o filtrar el contenido que publican, por lo que, sobre el papel, no tendrán que implementar una censura previa a los comentarios o publicaciones en sus plataformas.
En la práctica, es probable que semejantes filtros sean necesarios, ya que la nueva regulación especifica que, una vez que se haya denunciado el contenido terrorista, la compañía tendrá que tomar medidas específicas para evitar su propagación. Por lo tanto, sería necesario un sistema de filtración capaz de detectar copias o versiones del contenido original.
Además, para las empresas, tendría más sentido, económicamente hablando, implementar un filtro que bloquee contenido de manera preventiva, en vez de tener a personal dedicado expresamente a responder a las peticiones de las autoridades. Por lo tanto, aunque la ley no obliga a implementar filtros, estos serían prácticamente imprescindibles teniendo en cuenta los costes asociados.
La otra gran crítica que ha recibido esta regulación se centra en su posible uso para censurar contenido crítico contra los gobiernos. La trampa, como suele ocurrir en estos casos, está en lo que se define como "contenido terrorista", y si símplemente hablar o informar de terrorismo contaría como ello. El texto hace referencia a las definiciones en la Directiva contra el terrorismo en Europa, a las que añade más contenido como instrucciones para fabricar explosivos, armas de fuego y otras armas.
Probablemente para contrarrestar estas críticas, el reglamento incluye una protección para material periodístico, educacional, artístico y de investigación; por lo tanto, medios de comunicación, educadores y artistas que usen contenido asociado con el terrorismo no deberían sufrir consecuencias.
Esta ley entrará en vigor un año después de ser publicada en el boletín oficial, pero eso sólo será el principio. A partir de entonces, cada país miembro tendrá que desarrollar leyes nacionales que implementen estas nuevas reglas; por lo tanto, es parecido a la nueva directiva de copyright, cuyo Artículo 13 despertó la polémica al obligar a implementar filtros en Internet.