La industria textil es una de las más punteras en el mundo que buscan siempre la innovación aplicando tecnologías revolucionarias. Gracias a ello, podemos salir a la calle en pleno invierno en las regiones más frías de España o caminar con un calzado transpirable en los lugares más cálidos. E incluso ya existen prendas inteligentes que han llamado la atención de Apple y de los diseñadores de moda.
Con los últimos avances hemos podido ver cómo se integran sistemas de calefacción dentro de los abrigos. Se sirve de una serie de resistencias alimentadas por una batería recargable que proporcionan una agradable sensación de calor mientras se lleva la prenda puesta.
Pero científicos ya han logrado ir más allá. Con un nuevo tejido que han creado nos olvidaremos de esa agobiante sensación de tener cualquier prenda puesta y sentir demasiado calor. La nueva era de las camisetas reversibles ha llegado y lo hace incluso generando electricidad.
Calor y frío
Un grupo de científicos de la Universidad de Shekiang y de la Universidad de Westlake, ambas en china, han descubierto cómo un nuevo material es capaz de calentar por un lado y enfriar por el otro. El textil definitivo para las prendas reversibles, que hasta ahora solían contar con una parte para dar exclusivamente calor y otra que además cortaba el viento.
Los equipos técnicos lo describen como: "Un tejido reversible que se ha diseñado para atrapar el calor cuando hace frío y reflejarlo cuando hace calor, todo mientras genera pequeñas cantidades de electricidad". Los intentos anteriores de desarrollar textiles tan sofisticado para uso en exteriores, según apuntan, se habían centrado generalmente en capturar la radiación térmica o dispersarla. Pero no habían ido más allá.
Pero lograr aunar la captación y la dispersión de la radiación, han diseñado una tela compuesta de varias capas de polímeros fibrosos porosos. La parte de 'invierno' logra atrapar el calor gracias al recubrimiento de cinc y cobre que consigue absorber la energía solar y mantener la radiación térmica en el cuerpo.
Por otro lado, la parte del textil dedicado al verano, consiguen liberar el calor del sol colocando una estructura porosa en el lado de enfriamiento más pegado a la piel. De esta forma, se consigue reflejar la luz solar y disipar la radiación del cuerpo humano.
El experimento, trasladado a datos empíricos, consiguió aumentar la temperatura en casi 8 grados en el lado de la 'calefacción' comparado con el algodón negro. Este último tejido se ha usado como estándar al ser uno de los más calurosos de origen natural debido a que el color negro absorbe más radiación.
Por otra parte, en el lado del 'aire acondicionado' hacia afuera -modo en el que repele la radiación-, el textil bajó la temperatura en 6 grados centígrados en comparación con el algodón blanco. "En las pruebas nocturnas, el lado de calefacción calentó la piel simulada [un material que han usado para el experimento] 3 grados centígrados, pero el lado de enfriamiento no dio como resultado una temperatura más baja".
Generador termoeléctrico
Además del gran avance anterior que consigue una tejido que caliente y enfríe según el lado que esté pegado a la piel, los investigadores decidieron ir un paso más allá. A fin de cuentas, una diferencia de temperaturas es una diferencia de potencial que se puede aprovechar.
"Al conectar un pequeño generador termoeléctrico al tejido, los investigadores pudieron aprovechar el gradiente de temperatura entre la superficie interna y la piel para producir una pequeña cantidad de electricidad", según apuntan en el paper que han publicado. Sobre este tema no aportan más detalles ni dan indicios sobre la posibilidad de aprovechar esa energía para otras aplicaciones. Quién sabe si incluso para recargar el smartphone o conectar un wearable.
Apuntan también a que el tejido creado es fácil y económico de fabricar y cuenta con una transpirabilidad comparable al algodón. "Este textil crea nuevas posibilidades para muchas tecnologías, como el camuflaje multifuncional o la ropa que puede generar electricidad para algún día alimentar dispositivos electrónicos portátiles".
Otra de las aplicaciones, a una escala algo mayor, puede ser la fabricación de tiendas de campaña o lonas capaces de regular sensiblemente la temperatura al tiempo que ofrecen una cantidad de energía eléctrica aprovechable.
También te puede interesar...
- Relojes inteligentes hechos con hongos: así será la tecnología del futuro
- El armario que limpia, plancha y seca tu ropa llega a España con LG
- Cualquiera podrá diseñar su propia ropa con la ayuda de esta IA
- La ropa que te calienta cuando hace frío y te refresca cuando hace calor