Las películas de ciencia ficción han presentado durante años un mundo en el que los seres humanos conviven con los robots, algo que ya está ocurriendo. De hecho, en España se puede encontrar una máquina que sirve cañas en un bar de Pamplona. Lo que aún no se había visto eran robots capaces de manifestar emociones. Hasta ahora, ya que han creado uno que, además, también puede copiar las expresiones faciales de una persona.
EVA es un humanoide desarrollado por un equipo de investigadores de ingeniería de la Universidad de Columbia de la ciudad de Nueva York (Estados Unidos). Concretamente se trata de una cabeza robótica que se ha diseñado con el objetivo de explorar la dinámica de las interacciones entre humanos y robots. De esta forma, se pretende acabar con las expresiones estáticas de las otras máquinas inteligentes y proporcionar una mejor experiencia en el trato con las personas.
El lenguaje no verbal es un componente muy importante a la hora de comunicarse con otra persona, ya que las expresiones faciales aportan información extra que ayudan a generar vínculos y confianza. El mundo de la robótica siempre ha apostado por diseñar robots que se parezcan lo máximo posible al ser humano, pero hasta ahora no se había conseguido que fueran capaces de identificar y copiar las expresiones faciales, y hasta de manifestar emociones.
Expresar emociones
EVA consiste en un cráneo humano sintético de tamaño adulto que está totalmente impreso en 3D y que cuenta con una cara de goma blanda en la parte delantera. En su interior incorpora una serie de motores que tiran y sueltan selectivamente los cables conectados a varias ubicaciones en la parte inferior de la cara, lo que permite que este robot pueda realizar expresiones faciales.
Pero no eso no es todo lo que este robot puede hacer, ya que también es capaz de expresar una serie de emociones básicas: desde la ira hasta el miedo, asco, alegría, tristeza y sorpresa. Además, sus creadores también han asegurado que EVA puede manifestar "una serie de emociones más matizadas".
Para poder desarrollar estas capacidades, los científicos de la universidad estadounidense comenzaron grabando a EVA mientras movía su cara al azar. Posteriormente, un ordenador que controla el robot analizó todas las grabaciones y utilizando una red neuronal integrada logró saber a qué expresión facial correspondía cada una de las combinaciones de los movimientos de la máquina.
El siguiente paso en las pruebas de esta investigación fue conectar una cámara que grababa la imagen del rostro de una persona que interactuaba con el robot. Después se utilizó una segunda red neuronal para identificar la expresión que ese individuo realizaba para que coincidieran con una de las que EVA era capaz de hacer. Llegados a este punto, el propio robot consiguió identificar y copiar esa expresión moviendo sus 'músculos faciales'.
Mejorar la interacción
A pesar de ser un experimento aún de laboratorio, los investigadores del robot aseguran que la imitación de expresiones humanas puede tener aplicaciones limitadas pero que, sin embargo, pueden ser una buena forma para ayudar en la forma en la que el ser humano interactúa con la tecnología, concretamente con los robots de asistencia.
"Existe un límite en cuanto a lo mucho que los humanos podemos involucrarnos emocionalmente con los chatbots basados en la nube o con los altavoces inteligentes para el hogar, que no tienen cuerpo. Sin embargo, el cerebro parece responder bien a los robots que tienen algún tipo de presencia física reconocible", ha señalado el profesor Hod Lipson, líder del proyecto.
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