La economía circular es una de las tareas pendientes en España. Eso de comprar productos de segunda mano, salvo en casos muy contados, sigue sin tener arraigo dentro de nuestras fronteras. Un caso muy particular es el de los dispositivos electrónicos, con millones de teléfonos guardados en cajones esperando no se sabe muy bien a qué. Unidades que se encuentran totalmente desfasadas y que realmente no servirán para nada.
Para intentar cambiar esta mentalidad y demostrar que dar una segunda vida a nuestros smartphones es totalmente posible nacen iniciativas que se alejan de la compra de dispositivos y apuestan por el alquiler. Al igual que alquilamos una casa o un coche para según qué circunstancias, hacer lo propio con dispositivos tecnológicos puede convertirse en buena idea.
Con ese espíritu llega Grover a España tras un crecimiento importante en Alemania y Países Bajos. Con el de introducir un servicio de alquiler de dispositivos electrónicos de todo tipo y condición enfocados, en un primer momento, en el consumidor. Una práctica que ya está extendida en los sectores empresariales con el alquiler de equipos mediante renting y que llega al común de los mortales con un concepto tan innovador como interesante.
Alquila un iPhone
Se estima que en España se desechan cada año 20 millones de teléfonos móviles, de los que tan solo un porcentaje pequeño se reintroduce en el mercado para ser reacondicionado o se recicla para extraer metales. La gran mayoría termina en el fondo de un cajón o incinerados en una planta junto al resto de basura, lo que añade un importante extra de contaminación. El caso en particular de los teléfonos se puede aplicar en la misma medida a toda la tecnología que nos rodea, aunque tiene especial peso en el segmento iPhone.
Cada nuevo modelo de iPhone se ha convertido en objeto de deseo, pero pagar de golpe los casi 1.000 euros puede no ser viable en algunas ocasiones. El alquiler también está pensado para esas situaciones, porque en cualquier momento se puede desembolsar la cantidad restante y adquirir finalmente el producto. Al más puro estilo renting. "No es algo que promocionemos realmente desde Grover, nuestro objetivo es que ese mismo dispositivo pase por más manos", ha contado a OMICRONO David Sierra, portavoz de Grover en su desembarco en España.
Otra de las opciones es pagar la suscripción -como lo llaman ellos- durante dos años y cuando termina el mes 24 "el producto pasa directamente al usuario que lo ha estado alquilando". Algo así como un alquiler con opción a compra que se suele ver en el mercado inmobiliario. Aunque realmente no sale a cuenta desde el punto de vista monetario. "A los dos años de alquiler habremos pagado con creces el producto", afirma Sierra.
El sistema de Grover contempla el alquiler por 1, 3, 6 o 12 meses, todos ellos renovables hasta el máximo de 24. Dependiendo de la duración del contrato el precio del alquiler varía. A más meses, menos es la tarifa mensual. Por seguir con el ejemplo del teléfono de Apple, el iPhone 12 de 128GB va desde los 99,90 euros por un mes, 64,90 por 3 meses, 54,90 por 6 y 44,90 por 12 meses.
Si lo alquilamos por 24 meses (realmente 12 más una renovación por otros 12), el total a desembolsar es de 1077 euros respecto a 959 euros que vale nuevo en la tienda oficial de Apple. Claro que el alquiler también cuenta con ciertas ventajas. "Ofrecemos una garantía que cubre el 90% del coste de reparación del dispositivo si algo se rompe". Algo a tener en cuenta si nos encontramos de frente con la rotura de la pantalla de cualquier iPhone, una de las averías más comunes y también más caras.
"Nosotros sabemos que son dispositivos para usarse, como cualquier otro alquiler, y por ello no tendremos en cuenta las marcas de uso. Esos pequeños arañazos en la pantalla o en la parte trasera no tendrá importancia para nosotros", según nos ha contado Sierra.
"Y no solo smartphone, tenemos de todo". Wearables tan icónicos como el Apple Watch, iPad, consolas como la Nintendo Switch, cámaras de fotos, televisores, auriculares, ordenadores... Todo lo que cualquier persona puede necesitar en el día a día se puede encontrar en la plataforma de alquiler.
Consolas abandonadas
Otra de las situaciones más comunes es el abandono de consolas. Lo más habitual es comprar una pensando que se va a utilizar en los ratos libres, pero esos ratos ociosos nunca llegan y la consola va acumulando polvo hasta que llega un día en el que quizá ya esté desfasada. "Es un clásico", comenta Sierra. Por eso también puede ser una buena idea alquilar consolas.
De hecho, uno de los grandes éxitos de Grover es la Nintendo Switch. "Imagina el padre que quiere premiar a su hijo por sacar buenas notas con una consola para el verano". Pasado las vacaciones estivales, la consola regresa al Grover y con ella la tentación de jugar a deshoras y dejar de lado los estudios.
Ahora que llega el verano y los apartamentos se llenan de inquilinos, puede ser una oportunidad para alquilar un televisor más moderno o hacer lo propio con la Eurocopa encima. "Alguien que sea muy aficionado al fútbol puede alquilar un televisor más grande o un proyector durante un mes".
Las aplicaciones, como nos podemos imaginar, tienden al infinito. Gracias también a que alquilan cámaras de fotos, ordenadores e incluso iPad pueden suponer el primer paso a usuarios que estén empezando con su negocio. Por ejemplo, para tener equipos con la tecnología más puntera sin desembolsar de golpe todo el dinero ni atarse a una financiación al uso.
En cuanto abran el almacén en España, que está previsto para finales de este año, incluirán algunos productos como patinetes o motos eléctricas. "Estamos incluso viendo productos más novedosos del terreno gaming y otros para hacer ejercicio". También planes renove de tecnología para ir encadenando el nuevo iPhone o la nueva consola de turno.
Tal y como indican en la página web, los productos de Grover pueden ser tanto nuevos a estrenar como reacondicionados en estado como nuevo. "Tras cada devolución después de un alquiler analizamos el producto y valoramos si se puede volver a poner a introducir en el ciclo de alquileres", indica Sierra. "Tenemos unos estándares muy altos". Si no pasan el filtro, los envían a otros canales de venta de reacondicionados.
¿Y los reacondicionados?
Comprar teléfonos reacondicionados también se ha convertido en uno de los métodos para luchar contra el desperdicio de dispositivos que, de otra manera, habrían terminado en un vertedero. El iPhone es también uno de los productos reacondicionados más preciados y muchísimas páginas web están inmersas en una continua guerra de precios.
La propia Apple los pone a la venta en su página web con todas las garantías, aunque si realmente miramos el precio tendremos que acudir a terceros. Por ejemplo, se puede adquirir un iPhone X de 64GB por 350 euros sin rebuscar mucho por Internet o unidades del iPhone 12 Pro de 128GB por 865 euros. Claro que hay que tener en cuenta muchos factores como los periodos de devolución o de garantía para reclamar cualquier posible mal funcionamiento.
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